Esta condición médica ha irrumpido significativamente en las redes sociales en los últimos meses, donde muchos influencers, mujeres jóvenes en su mayoría, le han puesto nombre a la hinchazón y malestares intestinales experimentados en los últimos años de su vida, y tratar de mejor forma los síntomas. Small Intestinal Bacterial Overgrowth (SIBO) es un incremento de bacterias en el intestino delgado. El dietista y nutricionista Víctor Sánchez, además especialista en patologías digestivas, explica: “En nuestro intestino delgado hay un perfil de microbiota en una cantidad más o menos controlada. Lo que ocurre en SIBO es que este perfil se altera y, además, incrementa su cantidad”.
Este boom informativo que las redes sociales han experimentado en torno a este síndrome se ha logrado gracias a la aparición de una guía clínica en 2020 y la disponibilidad de pruebas diagnósticas de fácil acceso, generando que la gente también hable del mismo en blogs y periódicos.
Las mujeres son las más afectadas, sin conocerse la causa de este fenómeno aún, “Sabemos que durante el síndrome premenstrual y la menstruación puede haber alteraciones digestivas, dolor e hipersensibilidad. Esto puede contribuir a los síntomas, pero sería complicado saber si el ciclo menstrual tiene un factor causal en la aparición del SIBO”, expresa el nutricionista.
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Síntomas, tratamiento y prevención del SIBO
Distensión, dolor abdominal, estreñimiento y diarrea son los síntomas principales del síndrome, “Este tipo de bacterias o arqueas sobrecrecidas producen un exceso de fermentación en el intestino delgado al ingerir sustancias fermentables, lo que puede llevar a ese exceso de gases, hinchazón, distensión, alteración de las deposiciones y molestias”, indica el experto, enfatizando que la forma de detección más fiable es por medio del espinado duodenal.
Por medio de antibióticos farmacológicos se puede tratar el SIBO, sin embargo, la buena alimentación es primordial para evitar la hinchazón y molestias. Existen dietas recomendables para la prevención, "Una de las más habituales es la dieta baja en FODMAPs, la cual reduce la ingesta de alimentos ricos en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables. Los alimentos que deben evitarse son las legumbres, productos a base de cereales con gluten, verduras como ajo, cebolla, puerro, espárragos, champiñones o frutas como la manzana y la pera", advirtió Víctor Sánchez.