En tema de dietas saludables, nuestra dieta Mediterránea es conocida mundialmente, por sus grandes beneficios. Su competidor, la dieta DASH tiene algunas similitudes y ciertas diferencias con ella. Fue creada en los años noventa por el US National Institute of Health, como plan nutricional que está específicamente orientado a detener y reducir la hipertensión.
En esencia, se resume como un enfoque que aboga por reducir la ingesta de sal, lácteos enteros y aceites vegetales de baja calidad, así como evitar comidas procesadas y consumo de alcohol. En su lugar, se enfoca en fomentar el consumo de verduras y frutas sin almidón, granos integrales, carnes magras y frutos secos.
Los organismos que lo evalúan
Existen ciertos rankings, elaborados por organismos de renombre internacional, como la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón, en español) o publicaciones como la U.S. News & World Report. La dieta DASH (por las siglas Dietary Approaches to Stop Hypertension) ha desbancado a la dieta Mediterránea del primer puesto.
Las conclusiones de la American Heart Association se han publicado en la revista Circulation, en la que se pone de manifiesto que dos dietas, las conocidas como "paleolítica" (que excluye cereales integrales y refinados, legumbres, aceites y productos lácteos) y la "cetogénica o keto" (muy baja en carbohidratos), no responden a patrones de alimentación saludables para el corazón.
Entre las diez dietas analizadas están la llamada "dash", la mediterránea, las diferentes modalidades del estilo vegetariano (las que incluyen pescado; las que incluyen lácteos o huevos; o la vegana), las que son bajas o muy bajas en grasas, las que son bajas o muy bajas en carbohidratos y la conocida como dieta “paleolítica". El estilo de alimentación DASH ha recibido una puntuación "perfecta" al cumplir con todos los patrones recomendados por la American Heart Association.
Similitudes y diferencias
Como puntos coincidentes podemos decir que ambas dietas dan mucha importancia a la alimentación de origen vegetal. La dieta DASH, exige que al menos un 50% sean frutas y verduras.
Ambas recomiendan consumir granos integrales, legumbres, frutos secos y alimentos poco procesados y frescos. Igualmente limita la cantidad de sal diaria a 2300 miligramos, mientras que la mediterránea solo recomienda no abusar. La dieta DASH no permite los productos lácteos enteros y recomienda tomar carnes magras.
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Por su parte la dieta Mediterránea hace hincapié en el consumo de pescado y tiene como grasa de elección el aceite de oliva. La parte menos aconsejable de la dieta Mediterránea según los expertos es el consumo de embutidos, quesos y la copa de vino diaria que a veces se recomienda.
Sin embargo, cabe destacar que es una organización americana la que realiza el ranking, ya que los expertos españoles aseguran que la dieta Mediterránea prioriza los productos de proximidad y solo habría que limitar el consumo de los productos procesados o altos en sodio para tener todos sus beneficios.