Para llevar una vida saludable es esencial cuidar nuestra alimentación y hacer ejercicio de forma regular. Estos hábitos saludables se traducen en vitalidad y fuerza que nos ayudarán a enfrentarnos al día a día con más energía. Sin embargo, muchas veces cometemos el error de no adaptar nuestra dieta a nuestro gasto calórico, directamente relacionado con el nivel de actividad física que realizamos. Esto puede conllevar cansancio, pérdida de masa muscular o lesiones. Para evitar esto, te aconsejamos que sigas estas 9 pautas para estar a tope este verano, y tampoco está de más recordar todos los beneficios que tiene llevar una dieta saludable. ¡No te los pierdas!
Tal y como corrobora Alex Vidal, dietista nutricionista de alimenta’t y colaborador de tuMédico.es, “es muy recomendable acudir a un experto en nutrición deportiva para identificar las diferentes necesidades del deportista y aprender a cubrirlas a través de una buena alimentación”.
¿Practicas deporte con regularidad y quieres adecuar tu dieta a tu nivel de actividad? A continuación te presentamos 9 consejos para deportistas con los que conseguirás tus objetivos en el gimnasio sin morir en el intento.
1. Más nutrientes
Las personas que practican deporte deben llevar una dieta acorde con su consumo energético. El ejercicio físico incrementa nuestras necesidades calóricas y requiere una mayor ingesta de nutrientes (carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales).
Esto puede significar comer más, consumiendo alimentos que nos aporten la energía necesaria para aguantar el esfuerzo extra que supone la práctica deportiva.
2. ¿Suplementos?
La toma de suplementos alimenticios dependerá de la disciplina deportiva practicada, la intensidad de la actividad, la duración y la dieta habitual del deportista.
Antes de optar por la suplementación, debemos cerciorarnos de que la alimentación es la más adecuada según nuestras necesidades fisiológicas. Para aportar una dosis extra de nutrientes al organismo, se puede recurrir también a los superalimentos, te presentamos 30 de ellos y cómo sacarles el máximo partido.
3. Bebidas isotónicas
Las bebidas isotónicas tienen como principal función aportar un extra de hidratos de carbono y sales minerales. Para valorar el consumo de estas bebidas, tendremos que averiguar si la práctica deportiva en cuestión implica o no más necesidades en estos dos requisitos. Por norma general, la mejor bebida para acompañar la actividad física es el agua.
4. ¿Entrenar en ayunas?
Muchas personas que entrenan a primera hora de la mañana acuden al gimnasio sin haber desayunado. Aunque existe la creencia de que practicar deporte en ayunas ayuda a quemar más grasa, está demostrado que hay algunos tipos de entrenamiento o disciplinas deportivas que, en ayunas, aumentan el riesgo de lesión y dificultan la recuperación post ejercicio.
Adicionalmente, la práctica deportiva en ayunas puede derivar en mareos por insuficiencia energética, sobre todo en el caso de que la cena de la noche anterior haya sido escueta. Si nuestro objetivo es eliminar grasa localizada, deberemos consultar con un profesional de la nutrición deportiva qué opciones se adaptan más a nuestra morfología.
5. Qué comer antes de practicar deporte
Muchas personas que practican deporte se preguntan qué deben comer antes de las sesiones deportivas. Es importante saber que hay alimentos que pueden provocar digestiones pesadas (grasas, fibras o algunas proteínas), por lo que debemos dar más protagonismo a alimentos ricos en hidratos de carbono (pan, cereales integrales, muesli,…).
Respecto los hidratos de carbono deberemos priorizar aquellos de absorción lenta, siempre y cuando no hablemos de una ingesta muy próxima al ejercicio, ya que nos darán pequeñas dosis de energía durante periodos más largos de tiempo.
6. Porciones
Las personas sedentarias deben controlar mucho más la cantidad de comida que ingieren, ya que su gasto calórico es muy inferior al de las personas activas. Las segundas, por sus necesidades nutricionales, podrán incrementar (de forma controlada) las proporciones de comida.
Esto, en ningún caso implica una ingesta descontrolada de comida. Es importante planear con antelación las comidas y comer suficiente para no quedarnos con hambre. En el caso de las cenas, siempre tienen que ser ligeras y lo más sencillas posibles.
7. Comer de todo
Aunque últimamente están de moda las dietas que sólo permiten el consumo de ciertos grupos alimentarios, lo cierto es que un deportista no debe descartar ningún segmento de la pirámide nutricional.
Frutas, verduras, carne, pescado, legumbres, huevos, cereales, lácteos y grasas (sobre todo las insaturadas) tienen cabida en la dieta de un deportista, siempre y cuando ésta sea variada, equilibrada, de calidad y saludable.
8. Mucho líquido
Aunque todos sabemos que debemos beber agua durante todo el día, las personas que hacen deporte necesitan incrementar la ingesta de líquidos antes, durante y después del ejercicio. Esto es consecuencia de la pérdida de líquido que se produce a través del sudor.
9. Acudir a profesionales de la nutrición
Para conocer qué tipo de alimentación se ajusta más a nuestro estilo de vida, se recomienda visitar a un profesional de la nutrición deportiva. Los dietistas nutricionistas podrán ayudarnos a aprender a comer y a determinar qué tipo de dieta va a beneficiarnos más a corto y a largo plazo según nuestro cuerpo y nuestro estilo de vida. Seguro que te hablan también de todos los beneficios que tiene para la salud practicar algún deporte, ¿quieres conocerlos todos?
Aunque las recomendaciones anteriores son aplicables a un alto porcentaje de la sociedad, es importante resaltar que cada cuerpo es único y que cada uno tiene unas necesidades nutricionales específicas.
Artículo elaborado en colaboración con tuMédico.es
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