Estas dos vitaminas deberían formar parte de la dieta de cualquier persona. Tienen múltiples beneficios y funciones clave para el funcionamiento del organismo.
¿Cómo obtener la Vitamina D3 y K2?
Estas vitaminas se pueden obtener a través de la exposición solar, alimentos de origen animal o alimentos fermentados. Por supuesto, también podemos encontrarlos como suplementos nutricionales.
La Vitamina D3, generada a través de la exposición a los rayos ultravioleta del sol y la ingesta de alimentos como pescado azul, huevos o aceite de hígado de bacalao, se transforma en calcitriol en el hígado y el riñón. Este último es una hormona que regula el metabolismo del calcio y el fósforo. En cambio, la Vitamina K2 es una forma de Vitamina K que se produce en las bacterias intestinales y se encuentra en alimentos fermentados como el queso o yogur. Su función es activar las proteínas osteocalcina y matriz GLA, que facilitan la fijación del calcio en los huesos y previenen su acumulación en las arterias.
Beneficios de tomar ambas vitaminas
Es importante considerar la cantidad diaria recomendada de cada una de estas vitaminas. En el caso de la Vitamina D3, se aconseja una dosis de 100 mcg, mientras que para la Vitamina K2, la recomendación oscila entre 50 y 90 mcg. Combinar ambas vitaminas en una dieta equilibrada conlleva además numerosos beneficios:
- La Vitamina K2 ayuda que el calcio se incorpore en los huesos mientras que la Vitamina D3 fomenta la absorción de calcio y fósforo en el intestino. Las dos contribuyen a la salud ósea, ya que ayudan al mantenimiento de los huesos y previenen enfermedades como osteoporosis o fracturas.
- En el ámbito de la salud mental, la Vitamina K2 se ha asociado con efectos neuroprotectores que contribuyen a prevenir el deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Por otro lado, la Vitamina D3 desempeña un papel en la producción de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, lo cual influye en la regulación de la memoria, el aprendizaje y el estado de ánimo.
- En el contexto de la salud cardiovascular, la Vitamina K2 desempeña un papel crucial al prevenir la calcificación de las arterias, un indicador de enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, la Vitamina D3 contribuye a regular la presión arterial, reducir la inflamación y gestionar los niveles de colesterol. De esta manera, ambas vitaminas desempeñan un papel protector para los vasos sanguíneos y el corazón.
- En lo que respecta a la salud de la piel, la Vitamina K2 contribuye a mejorar la elasticidad y la hidratación cutánea, lo cual ayuda a retrasar la aparición de arrugas. Por otro lado, la vitamina D3 desempeña un papel esencial en la regeneración celular y el proceso de cicatrización de la piel.
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- En el ámbito de la salud inmunológica, la Vitamina K2 cuenta con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que combaten el estrés oxidativo. Por otro lado, la Vitamina D3 juega un papel en la regulación de la respuesta inmunitaria, fortaleciendo las defensas para combatir las infecciones.
