A lo largo de tu vida, habrás oído las siglas VPH en innumerables ocasiones pero, ¿sabes a qué se refiere exactamente? Se estima que, en la Unión Europea, aproximadamente el 75% de la población sexualmente activa puede infectarse por VPH en algún momento de su vida, un porcentaje muy elevado (¡unas 7 de cada 10 personas!). Pero, no te preocupes. En la mayoría de las ocasiones son variantes inofensivas que tu cuerpo elimina y que no producen ningún problema. Es por ello que, a continuación, vamos a darte las claves para evitar contagiarte.
Pero, ¡atención! Algunas variantes del Virus del Papiloma Humano sí pueden ser muy peligrosas. Las variantes 16 y 18 son responsables de la mayoría de los casos de cáncer de cuello de útero. Por no hablar de otras variantes del virus, que pueden causar verrugas genitales, y otros problemas potencialmente muy peligrosos. ¡Es imprescindible que estés informada! Por eso, vamos a darte las claves para evitar contagiarte.
¿Qué es el VPH?
El virus del papiloma humano es la enfermedad de transmisión sexual más común. Existen más del 150 tipos de VPH distintos, clasificados de mayor a menor según su riesgo oncológico, es decir, por la posibilidad que tiene la infección de progresar hacia un cáncer. Tanto las mujeres como los hombres pueden contraer la infección y transmitirla, incluso siendo portadores asintomáticos. Dicha transmisión se produce por contacto sexual, y los órganos más susceptibles de infección son el cuello del útero y el canal anal. Además, también es frecuente la infección de otras zonas genitales como la vulva, la vagina, el pene o el escroto, aunque esta enfermedad no solo afecta a los órganos genitales.
¿Cómo se manifiesta? ¿Qué enfermedades se pueden desarrollar con el VPH?
Como decíamos la infección es asintomática en muchos casos (se estima que más de la mitad de los infectados desconoce su enfermedad), pero en otras ocasiones el VPH es responsable de la aparición de verrugas alrededor o en los propios órganos genitales femeninos y masculinos, así como en el área anal. Las verrugas genitales son tumores benignos de la piel que a veces se curan por sí solos. Sin embargo, durante su presencia en la piel suponen una elevada carga emocional y psicológica, aumenta su capacidad de transmisión y, en el futuro, pueden volver a aparecer.
En otros casos, en cambio, las verrugas se relacionan con la aparición de carcinomas, tumores malignos y lesiones precancerosas. Así, la mujer puede desarrollar cáncer de cuello de útero, de vulva y de vagina, mientras que el hombre puede desarrollar cáncer de pene y, en ambos casos, puede derivar en cáncer de ano u orofaringe. En el caso de ellas, el de cuello de útero es uno de los tres tipos de cáncer más comunes en España (junto con el cáncer de mama y el de colon), por lo que la prevención, a través de la vacunación y las revisiones periódicas, es de suma importancia.
¿Hay factores que disminuyen el riesgo de contagio?
Esta infección se transmite, principalmente, a través de las relaciones sexuales, por lo que la responsabilidad para con uno mismo a la hora de practicar sexo es fundamental. Entre los factores de riesgo a la hora de contraer la enfermedad se encuentran el inicio precoz de las relaciones sexuales, diferentes compañeros sexuales o parejas que en su pasado han tenido múltiples compañeras sexuales.
Por lo tanto, lo que está en nuestra mano es protegerse de la mejor forma posible a la hora de mantener relaciones sexuales. Sin embargo, el uso sistemático y continuado de preservativos, aunque reduce el riesgo, no previene al 100% la transmisión de esta infección. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que la vacunación del VPH y las revisiones periódicas son la forma más eficiente de prevenir el cáncer de cuello de útero, que se desarrolla exclusivamente a través de la infección por el virus del papiloma humano.
Me han aparecido verrugas a causa del VPH: ¿qué hago?
Lo último debe pasar es que cunda el pánico. Las verrugas genitales son un tipo de enfermedad que causa el VPH, y el tratamiento consiste en eliminar dicha verruga. Sin embargo, no hay tratamiento para el VPH, y es posible estar infectado, no presentar síntomas y no enterarse nunca de que se tiene dicha infección.
Por otro lado, si el VPH produce células anormales en el cuello del útero y no desaparecen de forma natural o presentan un aspecto muy extraño, acude a tu médico para iniciar un tratamiento.
¿Debería vacunarme de VPH?
Vacunar frente al virus del papiloma humano se considera, hoy en día, una acción preventiva oncológica prioritaria. Como te decíamos anteriormente, la relación entre ciertos tipos de cáncer y el VPH es clara y demostrable, de la misma forma que se considera que la vacuna es capaz de proteger a la mujer hasta en un 70% frente al cáncer de cuello de útero y evitar el 90% de los casos de verrugas genitales.
Es por ello por lo que vacunarse frente al virus del papiloma humano, unido a las revisiones periódicas, se considera la forma más efectiva de prevenir el cáncer de cuello de útero (CCU) y otras enfermedades asociadas a la infección. Se recomienda vacunarse lo antes posible, siendo lo ideal antes del inicio de la actividad sexual, para obtener máxima protección.
Y aunque sea aún más efectiva en edades más tempranas, nunca es mal momento para vacunarse, ya que cualquier persona sexualmente activa puede contagiarse, especialmente en casos de nuevas relaciones o relaciones esporádicas. ¡Y esto va tanto por hombres como por mujeres! Eso sí, la vacuna no implica abandonar las revisiones ginecológicas, ya que no protege frente al 100% de los tipos de VPH que existen.
En la actualidad, se estima que alrededor del 75% de las personas con actividad sexual entrarán en contacto con el VPH en algún momento de su vida. Así que, en definitiva, recuerda: ¡debes protegerte!
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Fuentes en la web de la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia
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