Lamentablemente, el cáncer de cuello de útero o de cérvix es uno de los tumores ginecológicos que más afectan a las mujeres, sólo superado por el cáncer de mama. Es un tumor que está relacionado directamente con el Virus del Papiloma Humano, que se transmite por vía sexual. Por eso, la prevención es fundamental. ¡Protégete en tus relaciones sexuales! Acude a revisión ginecológica todos los años, y aún no estás vacunada, nunca está demás hacerlo. ¿Qué debes saber sobre este el cáncer de cuello de útero? Todos los detalles, a continuación.
¿Qué es el cáncer de cuello de útero?
El cáncer de cuello de útero se produce en el cérvix, que es la parte inferior del útero y que forma el canal que lleva a la vagina. Este cáncer se produce cuando las células normales del cuello del útero empiezan a transformarse y crecen de manera descontrolada, y es más frecuente en mujeres entre los 40 y los 55 años de edad. En la actualidad, el de cuello de útero es el sexto cáncer más frecuente en España, y el segundo más recurrente en mujeres, por detrás del cáncer de mama.
¿Qué lo causa?
En el 99% de los casos, siempre es el mismo el virus que origina esta infección: el virus del papiloma humano (o HPV por sus siglas en inglés). Los papiloma virus 16 y 18 son los responsables del 70% de los tumores registrados. No obstante, la mayoría de las infecciones del virus del papiloma suelen ser benignas y suelen remitir de manera espontánea (el organismo elimina de manera natural el virus) la mayoría de veces. Es decir, no producen cáncer. Pero en algunas mujeres aparecen algunas lesiones precancerígenas en la mucosa del cuello, que pueden desarrollar cáncer si no se tratan. Al contrario que otros tipos de cáncer, éste se puede evitar si se detecta y actúa en un estadio precoz de anomalía.
El contagio del virus del papiloma humano se realiza, esencialmente, por contacto sexual, generalmente durante las primeras relaciones. El virus no se transmite, de ninguna manera, a través de los espermatozoides o de la sangre. También existen, a su vez, otros factores que favorecen la contaminación por el virus HPV:
- Precocidad en las relaciones sexuales.
- Tener relaciones sexuales con múltiples parejas.
- Déficit inmunitario o sistema inmune débil
- Tabaquismo
- Haber tenido más de tres embarazos
- Uso prolongado de anticonceptivos orales
Por eso, siempre se recomienda llevar una vida sana, comer de forma saludable y realizar ejercicio para reducir al máximo las posibilidades de desarrollar este tipo de enfermedades
Los médicos estiman que entre las primeras manifestaciones de la presencia viral y el desarrollo del cáncer suelen pasar unos quince años. De ahí la importancia de un diagnóstico regular (por medio del frotis vaginal) para detectar la aparición de dichas lesiones en la mucosa y tratarlas y sanarlas cuanto antes, pues podrían ser posibles células cancerígenas.
¿Qué es el frotis?
La prevención por frotis, también conocida como secundaria, es indispensable para detectar lo antes posible la presencia de células anormales en el cuello del útero que tengan el virus del papiloma humano. Después de colocar un espéculo, el médico examina la parte externa del cuello del útero. A continuación, toma algunas células de la zona, en la parte más profunda de la vagina, con la ayuda de un pequeño cepillo o una espátula. Dicha muestra se envía a un laboratorio para ser analizada. El médico recibirá los resultados y nos informará de cualquier anomalía.
Es recomendable someterse a un seguimiento regular y realizarse un frotis cervical cada tres años, entre los veinticinco y los sesenta y cinco años. Antes de los veinticinco, la periodicidad debería ser de un examen cada año durante dos años. El frotis cervical también puede llevarlo a cabo una comadrona o se puede acudir a un centro de salud, de planificación familiar o de maternidad. En cuanto al diagnóstico, es importante saber que desde hace algunos años existe una vacuna preventiva contra el virus del papiloma.
Si el resultado del frotis es dudoso, o si se detectan células anormales, no hay por qué preocuparse, normalmente suelen ser lesiones benignas. En ese caso se realiza una prueba más específica para clarificar los resultados del frotis, y para ello puede realizarse el test HPV, aunque también se puede practicar una colposcopia o una biopsia.
¿Hay vacuna?
Vacunarse contra el virus del papiloma humano es posible e incluso aconsejable en mujeres jóvenes que nunca hayan mantenido relaciones sexuales o que lleven menos de un año con una vida sexual activa. Así, la vacuna está indicada en niñas de catorce años y jóvenes de entre quince y veintitrés años que no han mantenido relaciones o que las mantienen desde hace menos de un año. Se aplica en tres inyecciones que puede suministrar el médico generalista. Cuesta unos 465€, pero para las menores de once y catorce años es gratuita. La vacuna no protege al 100 % contra el cáncer de cuello uterino ni contra otros tipos de virus, pero reduce las posibilidades de padecerlo. De ahí la importancia de no dejar de someterse a los controles periódicos mediante frotis cervicales.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento depende del estadio del cáncer en el momento del diagnóstico. El estadio precancerígeno se puede tratar con distintos métodos poco agresivos como la crioterapia (a base de frío) o el tratamiento láser, y la técnica de conización, que consiste en retirar un fragmento del cuello uterino.
Con la presencia de un tumor pequeño, se realiza la extirpación completa del útero. Por otra parte, si los tumores son más avanzados, también hay que realizar la ablación de las trompas, ovarios y ganglios. La paciente también puede someterse a radioterapia. En los estadios muy avanzados, generalmente cuando el tumor se expande a otras partes del cuerpo, ya no se practica ninguna cirugía. En ese caso se sigue un programa de radioterapia junto a una de quimioterapia.
Fuentes e informaciones en este documento del ministerio de la salud.
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