Estas nanopartículas, tan diminutas que escapan a la visión del ojo humano y del microscopio convencional, plantean riesgos para la salud al infiltrarse en las células del cuerpo, según los expertos.
Estas partículas, mil veces más delgadas que un cabello humano promedio, tienen la capacidad de recorrer los tejidos del tracto digestivo y los pulmones, adentrándose en la corriente sanguínea y distribuyendo sustancias químicas sintéticas potencialmente dañinas en todo el organismo.
Un litro de agua, equivalente a dos botellas estándar, contiene en promedio 240,000 partículas plásticas, de las cuales el 90% son nanoplásticos, según revela este nuevo estudio. Este hallazgo no solo sorprende por su magnitud, sino que también destaca la necesidad de repensar nuestras elecciones en la búsqueda de una hidratación segura.
Para llegar a estas conclusiones, investigadores de la Universidad de Columbia han desarrollado una nueva tecnología que permite ver, contar y analizar la estructura química de las nanopartículas en el agua embotellada. Este avance técnico ha desentrañado información crucial que antes permanecía invisible.
Anteriormente, en 2018, la científica Sherri "Sam" Mason identificó la presencia de micro y nanoplásticos en el 93% de las muestras de agua embotellada examinadas. Sin embargo, no disponía de las herramientas necesarias para analizar estas diminutas partículas.
La Dra. Mason elogió el nuevo estudio, calificándolo como "sumamente impresionante" y "innovador". Este enfoque avanzado brinda una perspectiva más clara sobre la contaminación plástica presente en el agua que consumimos a diario.
¿De dónde vienen los nanoplásticos?
El estudio no revela qué marcas de agua embotellada fueron examinadas, pero señala que tres populares marcas vendidas en Estados Unidos contienen entre 110,000 y 370,000 trozos de plástico por litro, según la nueva tecnología. Este dato plantea preguntas cruciales sobre la procedencia de estos nanoplásticos, sugiriendo que no todos provienen de la propia botella, sino que podrían infiltrarse en el agua desde otras fuentes durante el proceso de fabricación.
La Asociación Internacional de Agua Embotellada ha respondido a estos hallazgos, instando a una revisión completa de la comunidad científica y a realizar más investigaciones para desarrollar métodos estandarizados de medición de nanoplásticos.
Impacto en la salud humana: una preocupación inminente
Los nanoplásticos, al ser la forma más preocupante de contaminación plástica para la salud humana, pueden penetrar células y tejidos, potencialmente alterando procesos celulares y depositando sustancias químicas perjudiciales en el cuerpo. La Dra. Mason advierte que estos químicos utilizados en la fabricación de plástico pueden llegar a órganos vitales como el hígado, riñón y cerebro, incluso atravesando la barrera placentaria y afectando al feto.
Ante estos descubrimientos, los expertos refuerzan el consejo de optar por agua del grifo en recipientes de vidrio o acero inoxidable para reducir la exposición a los plásticos. Además, instan a reconsiderar la elección de alimentos y bebidas envasados en plástico.
Aunque la comunidad científica aún tiene mucho por descubrir sobre el impacto preciso de los nanoplásticos en la salud humana, el estudio brinda nuevas perspectivas y abre la puerta a investigaciones futuras para comprender mejor estos riesgos. En el ínterin, se anima a las personas a evaluar y ajustar su consumo diario, optando por alternativas que minimicen la exposición a estas diminutas partículas plásticas.
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