¿Dolor de cabeza? ¿Fatiga? Cansancio? Te parecerá una locura, pero si dejas de tomar café de repente es posible que al cabo de un par de días tengas jaqueta o te sientas mucho más cansada de lo normal. Parece una locura, pero así es cómo reacciona el cuerpo a la falta de cafeína.
Al principio, puede resultar complicado sobrevivir sin café. Sobre todo si estás acostumbrada a tomarte una taza cada vez que estás cansada y quieres despertar. Pero te sorprenderá descubrir todo lo que te va a pasar durante el periodo de abstinencia de café.
Dolor de cabeza (el síntoma más común)
Al dejar de tomar café, puede que los primeros día sientas un fuerte dolor de cabeza. Esto es debido a que la cafeína puede ayudar a combatir los dolores de cabeza, por tanto, si dejas de tomarla, esos efectos desaparecen.
Agotamiento
Si estabas acostumbrada a ese chute de cafeína diario, que sepas que en el momento en el que desaparece el efecto estimulante de la cafeína es posible que te vuelvas a sentir más cansada de lo normal. Puede que te sientas tremendamente agotada, sin falta de energía. Es cuestión de acostumbrarse a la nueva realidad.
Dificultad para concentrarse
Si siempre echabas mano de la cafeína para centrarte más en algo, ahora eso se acabó. Es normal que te notes más distraída o que incluso te cuesta más concentrarte en las cosas, en el trabajo o en el estudio. Tendrás que trabajar formas más naturales de conectar con las cosas que tienes que hacer.
Estreñimiento
Aunque el café no afecta a todas las personas igual, lo cierto es que estimula la digestión, por eso muchas personas comienzan el día con una taza de café y luego van al baño. El problema, es que al dejar de tomar el café de golpe puede que también te cueste ir más al baño, lo que puede dar lugar a problemas de estreñimiento.
La alternativa pasa por seguir una dieta rica en fibra. También puedes aumentar la ingesta diaria hasta 2 o 2.5 litros diarios y tomar infusiones.
¿Cómo evitar estos efectos de golpe?
Para evitar pasarlo mal, lo que puedes hacer es ir reduciendo el consumo de café paulatinamente. Por ejemplo, si tomas tres tazas diarias, puedes tratar de bajar a una o a dos tazas, hasta que poco a poco el consumo vaya desapareciendo. Así lo llevarás mucho mejor.
También puedes optar por tomar descafeinado. Aunque no te dará el subidón de la cafeína, igualmente está rico y te puede ayudar a engañar un poco al cerebro, porque parecerá que estás tomando café.
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¿Has probado a dejar de tomar café y ver cómo reacciona tu cuerpo? No te preocupes porque es una reacción normal, ¡pero es habitual asustarse con las migrañas de los primeros días!