En las redes sociales suelen viralizarse diferentes métodos para perder peso. Por alguna razón cuando estos se dan a conocer, si tienen buena acogida son compartidos una y otra vez haciendo que aumente su popularidad. Y esto es exactamente lo que ha sucedido con el método 30-30-30, una fórmula para adelgazar que consiste en seguir tres normas básicas. Comer 30 gramos de proteína en los primeros 30 minutos desde que nos levantamos, y luego realizar 30 minutos de ejercicio de baja intensidad, como puede ser caminar o ir en bicicleta.
Si bien no cuenta con respaldo científico que avale el beneficio de este sistema, sí que está basado en hechos que se han comprobado como ciertos, por lo que vamos a explicarte con algo más de detalle porqué este método ha adquirido tanta notoriedad.
El desayuno, una de las claves
Un desayuno tradicional en España suele contener principalmente carbohidratos. Las galletas, la bollería, o las tostadas con mermelada son parte de los desayunos más comunes entre un buen número de familias. Sin embargo se pasa por alto la importancia que tienen las proteínas en esta primera comida del día.
Además de que las proteínas generan sensación de saciedad, y por tanto minimizan la posibilidad de picar entre horas, se ha comprobado que su inclusión en el desayuno tiene otros beneficios directamente relacionados con la salud, como la mejora de los niveles de presión sanguínea, el aumento del colesterol bueno y una mayor resistencia a la insulina.
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Ejercicio por la mañana
La otra de las patas de este sistema es el ejercicio, el cual se sugiere se lleve a cabo durante 30 minutos y a baja intensidad, pero preferentemente por la mañana. No se trata tanto de que el ejercicio tenga mejores efectos si se lleva a cabo a esa hora como si se realiza en la última parte del día, sino que está más bien relacionado con la adherencia a esta costumbre. Al parecer somos más constantes en el hábito de ejercitarnos si incluimos esta actividad en las horas iniciales del ía que si la aplazamos hasta las finales.
Probablemente las razones de la popularidad de este sistema sean su sencillez y su llamativo nombre, fácil de recordar. Pero recuerda que aunque se llame 30-30-30, no necesitas cumplir esa premisa a rajatabla para obtener beneficios. Un desayuno que contenga al menos 20 gramos de proteína ya es suficiente para experimentar sensación de saciedad, y tampoco hay que ser estrictos en lo de que éste tenga que consumirse 30 minutos exactamente después de levantarse. En cuanto al ejercicio, hacerlo por la mañana o no depende de tus preferencias, y si en tu agenda encaja mejor a otra hora, no va a dejar de proporcionarte una mejora en tu salud y tu peso.