Es muy habitual que asociemos el envejecimiento con el estado de nuestra piel, pero este proceso no afecta solo a esta parte de nuestro cuerpo, sino a todo el organismo. De hecho, aunque existen varios factores responsables del envejecimiento, el principal es el estrés oxidativo y para hacerle frente es necesario llevar un estilo de vida saludable basado en la alimentación, la actividad física regular y el control del estrés.
Según la Dra. Cecilia Almuiña, de Vithas International, hay muchos compuestos que ejercen actividades biológicas relacionadas con el antienvejecimiento. "Se trata de elegir alimentos cuyos componentes hayan demostrado contrarrestar los principales procesos biológicos responsables del envejecimiento. Todo ello bajo los principios de una alimentación sana: suficiente, variada y equilibrada, ajustada a las necesidades de cada persona”, indica. Sigue leyendo y descubre las claves para llevar una dieta rejuvenecedora.
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Elige alimentos antioxidantes
Los alimentos con mayor contenido antioxidante son los de origen vegetal, especialmente las frutas, las verduras, el cacao, el té verde, los frutos secos, las aceitunas y el aceite de oliva virgen extra.
“Este tipo de alimentos contienen de forma natural una serie de sustancias antioxidantes, como son el ácido ascórbico o vitamina C, presente en cítricos y verduras, como lechuga, pimientos, patata; la vitamina E, principal antioxidante liposoluble del organismo; carotenoides, que se encuentran en alimentos de colores naranjas, rojos y amarillos, como tomates, zanahorias o pimientos y polifenoles, que se presentan en el cacao, las uvas negras y el aceite de oliva virgenextra, entre otros”, explica la doctora.
Apuesta por las grasas insaturadas
Otro punto clave para luchar contra el envejecimiento y proteger la salud es optar por alimentos que contengan grasas insaturadas. Ejemplo de ellos son los vegetales de hoja verde, el pescado azul o las nueces, que son ricos en omega 3.
Equilibra el consumo de calorías
Por último, la especialista señala que es muy importante adaptar el consumo de calorías al gasto calórico. “Con ello conseguimos niveles más bajos de glucemia, menor proporción de radicales libres y un incremento de los niveles de adiponectina, que tiene un efecto antidiabético y antiaterogénico”, apunta Almuiña. Además, reducir las calorías puede prevenir la aparición de enfermedades como las diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer o las enfermedades cardiovasculares.
¿Cuándo empiezas? Recuerda que, además de la alimentación, lo ideal es llevar una vida saludable en todos los sentidos. Aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte a vivir más y mejor.
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