Cuando bajan las temperaturas nuestro consumo alimenticio se modifica. Durante los meses más fríos del año, nuestro cuerpo nos pide alimentos más calóricos y en más cantidad. Esto puede dar como resultado un indeseado aumento de peso.
Debido a esto, es necesario tener presentes algunas pautas para lograr una dieta equilibrada y balanceada. Además, en invierno es cuando más se ponen a prueba nuestras defensas por lo que se debe prestar especial atención a todo lo relacionado con la nutrición para evitar catarros, gripes y/o otras infecciones. De hecho, como verás en el vídeo, hay algunos alimentos que pueden ayudarte a prevenirlas.
1. Las verduras y ensaladas son esenciales, ya que aportan fibra, vitaminas y minerales. A los que no les apetezcan tanto las ensaladas en invierno, pueden optar por ensaladas templadas o por tomar la verdura directamente en platos calientes.
2. La fruta también es muy importante. Es recomendable comer de 2 a 3 raciones al día y que, al menos una, de estas sea rica en vitamina C (cítricos, kiwi, piña, etc.).
3. No podemos dejar de incluir los cereales. Debemos escoger aquellos que contienen más fibra (cereales integrales, granos enteros, legumbres), ya que nos ofrecen más vitaminas y minerales que los refinados (blancos).
4. El pescado contiene muchas proteínas de alta calidad y pocas grasas. Es recomendable comer un mínimo de 4 a 5 raciones a la semana. De estas, 1 o 2 raciones deberían ser de pescado azul por su contenido en Omega 3.
5. Las carnes magras, huevos y aves también son un gran aporte de proteínas. Recomendable consumir alrededor de 4 a 5 raciones a la semana.
6. Los lácteos o bebidas vegetales son una buena opción para el desayuno, merienda o postre, ya que contienen calcio, proteínas y refuerzan las defensas.
7. Los frutos secos y aceite de oliva también son de gran importancia para una dieta sana y equilibrada.
8. Utilizar especies que calienten el organismo como la canela, el clavo, el jengibre y la nuez moscada. Evitar así, la pimienta, el curri o la mostaza ya que nos enfrían más el organismo.
9. Aparte de la alimentación, de manera paralela, podemos ayudarnos de complementos naturales que estimulan el organismo. Algunos de ellos son: equinácea, própolis, vitamina C, jengibre, probióticos, hongos como el xitake, maitake o reishi, jalea real, ajo, infusiones, etc.
Por último, pero no menos importante, un error en invierno es no hidratarse adecuadamente. La hidratación no puede dejarse de lado, aunque las temperaturas sean menores, el agua es esencial para que nuestro organismo funcione adecuadamente. Yo de buena mañana recomiendo beber un vaso de agua tibia con el zumo de medio limón; estimula el hígado, páncreas e intestinos y promueve la secreción de la bilis, ayuda a eliminar residuos y a ir al baño con regularidad.
Contenido elaborado por Aina Rabasa, dietista-nutricionista de Recover Pro en el Club Bonasport
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