El debate sobre la importancia del desayuno sigue vigente. Mientras algunos expertos aseguran que es fundamental, otros argumentan que no es necesario. Sin embargo, una nueva investigación arroja luz sobre los efectos negativos que puede tener saltarse esta comida, especialmente en el rendimiento cognitivo.
Aunque el ayuno intermitente ha ganado popularidad como método para perder peso, los científicos advierten sobre sus posibles consecuencias para la salud cerebral.
El estudio que demostró la relación entre el ayuno matutino y el deterioro cognitivo
Para investigar la relación entre el ayuno matutino y el deterioro cognitivo, se analizaron a 859 personas mayores de 60 años durante tres años. De ellas, quienes se saltaban habitualmente el desayuno o el almuerzo mostraron un mayor deterioro cognitivo con el tiempo.
Los participantes realizaron pruebas de evaluación cognitiva, como el “Mini Examen del Estado Mental” (MMSE), cada 18 meses, y algunos también fueron sometidos a resonancias magnéticas cerebrales para evaluar cambios en el volumen cerebral.
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Los resultados obtenidos
En los primeros 18 meses del estudio no hubo diferencias significativas. Sin embargo, al cabo de tres años, los resultados fueron claros:
- Peores puntuaciones cognitivas en quienes se saltaban el desayuno.
- Mayor atrofia cerebral, detectada en resonancias magnéticas.
- Mayor riesgo de deterioro cognitivo y neurodegeneración a largo plazo.
Para los investigadores, este hábito, al igual que otros relacionados con la dieta, podría influir directamente en el desarrollo de la demencia.
"Saltarse el desayuno se asocia con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y neurodegeneración. Los malos hábitos alimentarios pueden afectar la restauración neurológica por un consumo insuficiente de energía", concluyen.