En un artículo para Glamour US, la periodista Danielle Sinay compartió su experiencia con el hábito de cenar temprano, antes de las 19:00, y consultó a varios especialistas en nutrición que destacaron los beneficios de esta práctica. ¡Te lo contamos!
¿Cuál es el horario ideal para cenar según los expertos?
Sara Riehm, dietista del Centro de Salud de Orlando, asegura que “lo ideal es cenar al menos tres horas antes de ir a dormir”. Este intervalo permite que los ciclos de comida se sincronicen con los ritmos circadianos del cuerpo, facilitando la digestión adecuada.
Comer temprano, explican los expertos, no solo favorece una digestión más eficiente, sino que también contribuye a un mejor descanso nocturno. “Cenar entre dos y tres horas antes de acostarse puede mejorar el sueño y prevenir problemas como el reflujo ácido o la indigestión”, afirma Samantha Cochrane, dietista del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio. Además, comer justo antes de dormir puede interrumpir el descanso debido al esfuerzo del cuerpo por digerir los alimentos.
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¿Qué implica cenar tarde?
Comer alimentos en horarios tardíos también puede afectar los niveles de azúcar en sangre. Según Sara Riehm, “durante la noche, la sensibilidad del cuerpo a la insulina disminuye, lo que dificulta procesar el azúcar en sangre de manera eficiente y aumenta el riesgo de diabetes”.