En una entrevista para el medio británico The Telegraph, Gemma compartió cómo su peso siempre fue un motivo de inseguridad desde sus años de escuela. A pesar de intentar varias dietas, los resultados nunca fueron sostenibles: "Siempre quise adelgazar, pero no sabía cómo hacerlo. Probé un sinfín de dietas, perdiendo unos pocos kilos que pronto recuperaba. Vivía en un ciclo constante de restricciones y frustración," explicaba al medio.
Sin embargo, la motivación para un cambio radical llegó en 2013, cuando decidió comprometerse a cumplir su objetivo y comenzó a planear su boda. En ese momento, pesaba casi 70 kilos con una talla 46, algo que le resultaba incómodo para su estatura de 1,65 m: "La idea de casarme en agosto y ser el centro de atención, con fotos que me acompañarían toda la vida, me empujó a actuar. Tener una fecha límite fue clave para comprometerme," explicó.
El método de Gemma que lo cambiaría todo
El gran cambio de Gemma empezó gracias a los consejos de una amiga, quien le sugirió probar la dieta 1:1, anteriormente conocida como dieta Cambridge. Este método consiste en combinar alimentos sustitutivos con un enfoque único y personalizado a través del acompañamiento de un asesor nutricional.
"Empecé a consumir productos como sopas, batidos y gachas de avena en lugar de comidas principales, acompañados de una pequeña comida de 200 calorías basada en proteínas y vegetales. Además, bebía al menos tres litros de agua al día y eliminé completamente el alcohol. Aunque no fui al gimnasio, me aseguré de caminar 10.000 pasos diarios," señaló Gemma.
Los resultados no se hicieron esperar: "En mi primera semana, perdí casi 3 kilos. La segunda semana fueron otros 5 kilos. No podía creer lo rápido que estaba funcionando. Dos semanas después, ya había perdido 11 kilos," confesó.
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Cómo le afectó este gran cambio en su autoestima
La determinación de Gemma por conseguir su objetivo, la llevó a lograrlo en marzo, cinco meses antes de su boda. En total, consiguió perder 20 kilos y reducir 4 tallas de vestido en solo 10 semanas. Pero el impacto no fue únicamente físico. Gemma también notó un gran cambio en su autoestima y confianza: "Perder peso fue transformador. Antes me escondía detrás de ropa suelta y me sentía incómoda en mi propia piel. Ahora me siento segura, elijo prendas que realmente me gustan y he recuperado la confianza para disfrutar de cada momento."