En la afección urinaria, las bacterias u otros agentes infecciosos ingresan al sistema urinario y causan una infección. El sistema urinario incluye los riñones, la vejiga, los uréteres y la uretra.
Cómo nos afecta la infección urinaria
Estas infecciones pueden afectar diferentes partes de este sistema y se clasifican según la región específica que se ve afectada:
- Cistitis: Es una infección de la vejiga y es la forma más común de infección urinaria. Los síntomas pueden incluir dolor o molestias al orinar, necesidad frecuente de orinar, urgencia para orinar y dolor en la parte inferior del abdomen.
- Uretritis: Es una infección de la uretra, el conducto que transporta la orina desde la vejiga hacia el exterior del cuerpo. Puede causar ardor o picazón al orinar, así como secreción uretral.
- Pielonefritis: Es una infección renal y es más grave que la cistitis o la uretritis. Puede provocar fiebre, dolor en la espalda o en el costado, y otros síntomas sistémicos.
Los síntomas comunes de una infección urinaria pueden incluir:
- Dolor o ardor al orinar.
- Necesidad frecuente de orinar.
- Urgencia para orinar.
- Orina turbia o con olor fuerte.
- Dolor en la parte baja del abdomen o la espalda.
- Fatiga.
- Fiebre (en casos de infección renal).
El uso de los arándanos
Los arándanos, especialmente el jugo de arándanos, a menudo se mencionan como un posible remedio o medida preventiva para infecciones urinarias, especialmente la cistitis. La razón detrás de esto es que los arándanos contienen compuestos como las proantocianidinas, que se cree que pueden ayudar a prevenir que ciertas bacterias, como Escherichia coli (E. coli), se adhieran a las paredes de las vías urinarias. En un reciente estudio elaborado por Cochrane sobre cincuenta ensayos clínicos, se ha destacado cuáles son los grupos poblacionales para los que los arándanos pueden resultar más eficaces. Los resultados de la investigación muestran que las mujeres con infecciones recurrentes, los niños y las personas en riesgo de infección de orina tras una intervención ven reducidas significativamente las posibilidades de sufrir nuevas infecciones de orina.
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Según se deduce del estudio, en el caso de personas de la tercera edad que residen en centros de atención y en mujeres embarazadas, así como en personas con afectaciones neuromusculares en la vejiga, el consumo de arándanos no tendría prácticamente ningún efecto. Habrá que esperar a futuras investigaciones para ratificar estos datos.