Además de los macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) los micronutrientes también juegan un papel muy importante en el funcionamiento del organismo humano. Si bien su función no es la de aportar energía, son imprescindibles para que todos los sistemas funcionen correctamente. Y entre estos micronutrientes que necesitamos se encuentran los minerales como el zinc.
Necesitamos zinc para que muchas de nuestras funciones se lleven a cabo correctamente, y al no poder crearlo, tenemos que consumirlo a través de los alimentos. El cabello y las uñas precisan de este mineral para su crecimiento. Pero además tiene una gran importancia en otros aspectos.
La importancia del zinc
El sistema inmunitario nos previene de enfermedades comunes como los resfriados, y la ingesta de zinc lo fortalece. Esto significa que si consumimos alimentos con altos niveles de zinc, estos catarros serán de menor intensidad y tendrán menor duración. El sentido del gusto y el del olfato también se ven influenciados por la carencia de zinc, dejándonos sin la capacidad de saborear los alimentos si no tenemos suficiente de este mineral.
Gran parte de su importancia radica en que resulta esencial en el proceso de división y crecimiento celular. De ahí que la formación de órganos y huesos o la cicatrización de heridas se ven afectados en caso de que no haya un suficiente aporte. En general, cualquier tejido del cuerpo que tienda a crecer requiere de su presencia. Por eso la piel, el pelo o las uñas solo pueden mantener un aspecto saludable si a través de la alimentación hemos proporcionado al cuerpo la cantidad necesaria.
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Alimentos ricos en zinc
Las proteínas animales son una de las principales fuentes del aporte de zinc que tomamos a través de la dieta. Alimentos como el hígado de cerdo, los huevos, o la pierna de cordero son especialmente ricos en él. Otros alimentos interesantes en este sentido son los mariscos, en especial las ostras, que son el alimento con niveles más elevados y los centollos. Las semillas y los frutos secos también nos sirven para este propósito, destacando las almendras, los piñones, las pipas de girasol, las semillas de calabaza y los anacardos.
Para completar una lista de los alimentos cuyo aporte de zinc es más alto podríamos incluir en ella el queso parmesano, el pimentón, la avena y leguminosas como las alubias o las lentejas.
Así que ya sabes. La belleza de tu pelo y uñas comienza por su salud, y para que ésta sea posible necesitas consumir suficiente zinc en la dieta.