Son más de 10,000 receptores nerviosos en su composición, por lo que el clítoris, llamado por algunos el "órgano de la felicidad", es considerado la región erógena más delicada del cuerpo femenino, pues duplica dichas terminaciones por centímetro cuadrado en comparación con otras partes de la piel. A pesar de la atracción por su anatomía y los beneficios que aporta al bienestar sexual de las mujeres, la ciencia ha necesitado años para precisar esta cantidad de receptores, encargadas de generar esa sensación.
En términos de placer, el clítoris presenta un diseño admirable. A lo largo de la historia ha sido comparado con el pene debido a sus similitudes anatómicas y su origen compartido, no obstante, la verdad es que supera ampliamente la capacidad erógena del órgano masculino, el cual, según la ciencia, cuenta con entre 4.000 y 6.000 fibras nerviosas.
Una investigación difundida por IFL Science en noviembre del 2022 cuantificó las terminaciones nerviosas en el clítoris. El autor del estudio, Blair Peters, comentó: "Es asombroso considerar que más de 10,000 fibras nerviosas se concentran en algo tan diminuto". Antes del estudio, las estimaciones previas se aproximaban a las 8,000 terminaciones. Al compartir los descubrimientos del equipo en una conferencia, Peters detalló cómo el número efectivo de nervios dentro del clítoris es considerablemente superior.
¿Cómo funciona el clítoris?
Es probable que en algún momento hayas oído esta pregunta. O tal vez es posible que en tu entorno haya bastantes personas que desconocen la diferencia precisa entre el clítoris, la vagina, el útero y la vulva. Esta situación nos dice claramente que este órgano pequeño sigue siendo un enigma para muchas personas por ser de gran fascinación.
En cuanto a su apariencia, el clítoris es claramente diferente al pene, pero también se distingue en sus funciones, a pesar de compartir algunas características con él. Esta estructura femenina tiene una longitud media de 10 centímetros y, al igual que su contraparte masculina, su tejido es esponjoso y puede expandirse durante la estimulación.
La uróloga australiana Helen O'Connell presentó en el año 2005 la primera descripción completa de la anatomía del clítoris. Su conclusión fue que aproximadamente el 90% de la estructura de este órgano reside dentro del cuerpo.
Así, lo que comúnmente se ha considerado como el clítoris es en realidad solo comparable al glande y se localiza en la unión de los labios menores, oculto bajo una especie de capucha. El resto se trata de un órgano interno que se extiende bajo la piel, desde la región púbica hasta la zona de los bulbos del clítoris, ubicados detrás de las paredes vaginales.
El pene cumple una doble función al participar tanto en el sistema urinario como en el proceso de reproducción sexual. Aunque comúnmente se ha afirmado que la única función del clítoris es proporcionar placer, lo cual es correcto, una nueva revisión de Clinical Anatomy publicada en 2019 determinó con evidencias que este órgano también desempeña un papel importante en la reproducción.
El investigador Roy Levin fue el encargado de liderar dicho estudio, e indicaba en ese momento que la estimulación del clítoris tenía el potencial de activar el cerebro, generando cambios en el tracto reproductivo. Estos cambios incluían mejoras en el flujo sanguíneo vaginal e incluso la posición del cuello uterino, facilitando así una postura más propicia para la fertilización del óvulo. Respecto a este hallazgo, el autor concluía: "El concepto desafía una creencia sexual fundamental, y la evidencia fisiológica ahora es clara".
Independientemente de las distintas opiniones que se puedan generar, lo que estos estudios evidencian es un creciente interés en la funcionalidad de este órgano, que ahora se ha convertido en el tema central de todas las conversaciones sobre intimidad. Además, ha incentivado la creación de juguetes diseñados para proporcionar placer, incluyendo a la industria de succionadores.
Junto con estos cambios, se desecha también la creencia errónea de que la penetración es la técnica más efectiva para satisfacer a la mujer. En realidad, según datos de la Clínica Mayo, solo el 20% logra experimentar el orgasmo mediante esta práctica, lo cual denota la falta de conocimiento y comunicación en la pareja acerca de lo que nos brinda placer y lo que no, frecuentemente generando frustración.
No todos los clítoris son iguales
La Asociación Española de Ginecología y Obstetricia define a este órgano como "un iceberg", explicando que cuando la parte visible se sale de las sensaciones normales, podrían llegar el pudor y las inseguridades ante la pareja, sin embargo, esta situación no debería causar vergüenza, pues cada clítoris y vagina son distintas.
Existe variabilidad entre las mujeres en cuanto a la sensibilidad de la abertura vaginal; algunas manifiestan mayor sensibilidad, mientras que otras apenas sienten algo y requieren estimulación para alcanzar el orgasmo. También hay diferencias en cuanto al aspecto, ya que son de distintos tamaños, y presentan colores que varían entre tonos más rosados y oscuros. Aunque no hay estándares para definir lo que se considera normal, es posible enfrentar problemas como la clitoromegalia, la cual puede tener causas hormonales o genéticas, así como el común prolapso genital. Estas condiciones deben ser tratadas por urólogos y ginecólogos.
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El urólogo Andrés de Palacio Cuando detalla que ante estas situaciones, lo más recomendable es visitar al especialista para obtener un diagnóstico. Este diagnóstico variará "según los síntomas presentados por la paciente. Estos síntomas serán los que guíen la decisión de realizar una exploración física, un análisis del suelo pélvico, una ecografía o un estudio urodinámico para evaluar el funcionamiento de la vejiga", explica el experto.
En una reciente entrevista, el especialista confirmó que los tabúes en torno a la salud femenina están disminuyendo cada vez más. Destacó la importancia de consultar a un experto sin sentir pudor, con el objetivo de "resolver problemas de salud que van más allá de la estética y que pueden afectar significativamente la calidad de vida".