Los hongos vaginales son más frecuentes de lo que te imaginas. La vagina es un órgano complejo y muy sensible a los cambios. Pero, a su vez, tiene su propio sistema de regulación. Mediante un pH ácido, la vagina se encarga por sí misma de mantenerse sana y de evitar la infección de hongos también llamados candidiasis vaginal y bacterias que puedan llegar a sus alrededores o a su interior. Pero, ¿qué pasa cuando existe una infección por hongos?
Si has sufrido hongos vaginales alguna vez, lo más probable es que hayas sentido un picor insoportable en la vagina, además de ardor y molestias al orinar y al mantener relaciones sexuales. Además, suelen ser característicos el enrojecimiento de la vagina y un flujo vaginal grisáceo y grumoso. Unos síntomas que persisten durante algunos días y que pueden ser más o menos intensos, pero que sólo desaparecen, por lo general, con un tratamiento fungicida. Cuando existe una infección por hongos, la vagina no ha podido defenderse con su barrera natural, por una alteración en su pH ácido. Y esta alteración puede ocurrir con mucha más facilidad de lo que crees: antibióticos, el uso de jabones agresivos, tener las defensas bajas...
El 75% de las mujeres ha tenido candidiasis, el tipo de infección más común, alguna vez en su vida. Además, entre el 5% y el 8% de ellas presentan candidiasis reincidente (de tres a cuatro veces al año). ¿Qué cuidados debes tener en cuenta para evitar una infección por hongos?
1. Higiene frecuente, pero no excesiva
Es fundamental mantener una higiene adecuada de tu zona íntima para evitar infecciones, pero debe mantenerse en equilibrio. El exceso de higiene, como las duchas vaginales, o los productos muy agresivos pueden también alterar la flora de la vagina, eliminando su barrera de defensa natural. ¡Recuerda que la vagina tiene su propia forma de autorregularse!
2. Evita los jabones perfumados
Los productos agresivos, como jabones perfumados o desodorantes vaginales también son una amenaza para la flora vaginal natural. Escoge jabones con pH neutro, que respeten la acidez que la vagina necesita.
3. Mantén la zona limpia y seca
La humedad favorece la aparición de candidiasis, porque es un ambiente en el que los hongos se sienten cómodos y pueden proliferar. Por ello, es importante que mantengas siempre tu zona íntima limpia y seca, y que seques el cuerpo cuanto antes después de la ducha o la piscina.
4. Elige ropa interior de algodón
Por lo mismo que lo anterior, la ropa de algodón es la más adecuada para mantener un ambiente seco en tu zona íntima. Además, la ropa interior permite que la piel respire.
5. Evita la ropa muy ajustada
La ropa demasiado ajustada puede provocar que la piel no respire adecuadamente, y por tanto que se produzca sudoración excesiva. Recuerda que los ambientes húmedos favorecen la aparición de hongos. Por ello, evita la ropa muy ajustada y los tejidos sintéticos siempre que sea posible.
6. Limpia la zona de adelante hacia atrás
Es uno de los errores más comunes que las mujeres cometemos a la hora de hablar de higiene íntima. La mayoría de las bacterias y microorganismos que provocan infecciones en la vagina viven en el recto y el ano. Si aplicamos un movimiento desde adelante hacia atrás impedimos que éstos lleguen a la vagina.
7. Toma suficiente fibra y limita el azúcar
A las mujeres que padecen infecciones por hongos frecuentes se les recomienda llevar una dieta rica en fibra y pobre en azúcares. El motivo es que, por ejemplo, el hongo de la levadura se alimenta de azúcares.
8. Sé constante con el tratamiento
El tratamiento de los hongos vaginales suele requerir un producto fungicida (normalmente clotrimazol o miconazol), que se suele presentar en crema o bien en óvulos que se colocan en el interior de la vagina. Al cabo de unos 6 ó 7 días, la infección suele haber desaparecido con éxito. No obstante, si no te aplicas el producto cada día, puede que no sea suficiente para acabar con la infección y ésta persista. Aunque te parezca que ya ha desaparecido, continúa con el tratamiento hasta el final, para evitar que reaparezca.
9. Utiliza el preservativo
Si tienes una infección por hongos es muy probable que tu pareja sexual también esté contagiada. Los hombres no manifiestan la infección de la misma manera que las mujeres. En ellos los síntomas suelen ser menos evidentes, por lo que se tiende a creer que no se ha infectado. Pero lo que sucede es que, si no se llevan a cabo medidas profilácticas, la infección se contagie de uno a otro sin cesar. Durante todo el tiempo del tratamiento, es recomendable utilizar el preservativo para que la infección desaparezca.
10. Pide ayuda a tu médico si la infección persiste
Si sospechas que tienes una infección por hongos en la vagina (presentas escozor, picor intenso, dolor al orinar, enrojecimiento y flujo grisáceo y grumoso), lo mejor es que acudas a tu médico para que determina la causa exacta y te indique qué tratamiento debes seguir. No es lo mismo una infección por hongos que ocurre por primera vez que una infección recurrente. Si te sucede más de tres o cuatro veces al año, es posible que el problema empeore y se convierta en una patología más grave.
¡Cuida la salud de tu zona íntima! Es uno de los consejos más importantes que podemos darte para llevar una vida sana. Aquí tienes algunos más:
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Fuente de información: Northshore University
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