La situación es especialmente preocupante entre las mujeres, con un aumento del 5.4% respecto al año anterior y un impactante incremento del 134% en comparación con hace dos décadas.
Los números no mienten: el cáncer de pulmón se ha posicionado como el tumor con la tasa de mortalidad más alta en España, ocupando el escalón número cuatro de las causas generales de deceso y encabezando la lista en las causas relacionadas con el cáncer.
Alberto Ruano, experto en epidemiología y catedrático en la Universidad de Santiago de Compostela, alerta sobre esta preocupante tendencia al alza, enfocándose especialmente en el incremento entre las mujeres. Los datos más recientes del INE, en el informe mencionado, registran 22.727 fallecimientos por esta patología, siendo 16.760 hombres y 5.967 mujeres las víctimas.
A pesar de un ligero descenso en las cifras masculinas, el cáncer de pulmón en España presenta una de las evoluciones más desalentadoras de los últimos cinco años en comparación con otros países europeos. Mariano Provencio, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) y líder del departamento de Oncología del Hospital Puerta de Hierro, subraya la urgencia de implementar medidas preventivas, principalmente ante el avance en mujeres que, aunque no equiparable a otros países europeos, requiere atención inmediata.
El GECP lanza una clara llamada de acción, promoviendo políticas antitabaco más estrictas, mejoras en el enfoque y diagnóstico de la enfermedad, y un impulso contundente en la investigación. Estos elementos se presentan como clave para frenar tanto la mortalidad como el impacto global de esta enfermedad que, aunque tiene un origen multifactorial, el tabaco se destaca como el principal culpable.
El Tabaco, Origen de Desafíos de Salud Femenina
El tabaco, reconocido factor de riesgo para diversas enfermedades, juega un papel central en el desarrollo del cáncer de pulmón. Sus efectos nocivos no solo se limitan a la inhalación del humo, sino que también generan consecuencias sistémicas en la salud de las mujeres, incrementando significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, complicaciones en el embarazo, enfermedades respiratorias, problemas óseos, entre otras.
El tabaquismo, además de estar vinculado al cáncer de pulmón, aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer en otros órganos, complicaciones en el embarazo, enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC, problemas óseos, disfunciones en el sistema inmunitario, disfunción eréctil en hombres y enfermedades dentales.
El aumento en las cifras de mortalidad por cáncer de pulmón, especialmente entre las mujeres, debe ser un catalizador para la acción. La implementación de políticas de prevención, el fortalecimiento en el diagnóstico temprano y la intensificación en la investigación son las herramientas cruciales para revertir esta tendencia. Es hora de abrazar un enfoque integral y colectivo, construyendo un futuro donde el cáncer de pulmón no sea la sombra que oscurece la salud de nuestras mujeres.
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