Artículo elaborado por Clínicas Dorsia.
Es un falso mito que las profesionales del deporte no puedan someterse a esta intervención. Muy al
contrario, los avances en tecnología han permitido el diseño de nuevas prótesis de mama que se adaptan no sólo a las características físicas sino al ejercicio que realiza la mujer. Desde Clínicas Dorsia nos explican qué implantes son más convenientes según cada caso.
La prótesis de mama más indicada para mujeres deportistas es B-Lite, que, además de pesar poco, permite muy buenos resultados en cuanto a volumen. Su secreto se basa en la adherencia de microesferas al tradicional gel de silicona.
Este diseño no sólo es más cómodo para el movimiento por ser más ligero, sino que también previene el envejecimiento de la piel del seno, que no sufre tanto los estiramientos y los efectos de la gravedad. En cuanto a la colocación y los cuidados postoperatorios, es necesario distinguir entre quienes ejercitan más los músculos del tren superior, que es donde se lleva a cabo la intervención. Hablamos de la musculatura que se encuentra desde el fin de la zona abdominal hacia arriba y que trabajan intensamente nadadoras y tenistas.
En estos dos casos, como en el de las jugadoras de bádminton, por ejemplo, la colocación de la prótesis es también subpectoral , es decir entre los músculos pectoral mayor y menor, que se encuentran entre la glándula mamaria y las costillas. No es necesaria, explica el cirujano estético de Dorsia, Jordi Mir, la disposición subglandular del implante (sobre el músculo), sino aplicar el procedimiento adecuado. Así, aclara que “La posición del músculo pectoral mayor se cambia en casos seleccionados para mejorar la cobertura del cuadrante infero- interno mediante una avance distal que pretende mejorar el rippling“ (las posibles arrugas en la piel tras la mamoplastia).
Aunque la técnica es común para los deportes antes mencionados, cada una de las disciplinas requiere sus propios cuidados tras la intervención. Las nadadoras deberán ir realizando una incorporación progresiva en cuanto a sus ejercicios: “Al principio rotaciones incompletas sin resistencia, después rotaciones completas sin resistencia, y finalmente empezar con series cortas ya con resistencia”, especifica el doctor Mir.
Mientras, lo normal para las deportistas que ejercitan más el tren superior serán ocho semanas de vigilancia por parte de su cirujano. Doce semanas, por su parte, tendrán que esperar para volver a la actividad las corredoras, bailarinas y patinadoras, debido al impacto propio de su actividad descanso.
Por último, para todas ellas, y para otras mujeres deportistas que hayan sido sometidas a una cirugía de aumento de la mama, una recomendación imprescindible: el uso de un sujetador de mayor resistencia. Puede valer, si no se encuentra uno específico, uno deportivo.
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