Angelina Torres Vallbona es la quinta de siete hermanos y, aunque nació en Bellvís, en la comarca del Pla d’Urgell (Lleida), ha pasado la mayor parte de su vida en Barcelona. Tuvo una hija junto a su esposo, Josep Martí, a quien conoció poco antes del estallido de la Guerra Civil. Descubrimos algunos de los principales secretos de longevidad de Angelina que todos podríamos adoptar. ¡Mira!
La curiosa vida de Angelina llena de desafíos
Angelina comenzó su carrera laboral como aprendiz de modista a los 15 años, y con el tiempo se especializó en la confección de corbatas en una sastrería del Portal de l’Àngel. Aunque no tuvo oportunidad de estudiar, aprendió a leer y escribir. Durante su vida, atravesó momentos duros, como el hambre de la Guerra Civil, y quedó viuda a los 61 años.
Angelina dice de sí misma que es una mujer trabajadora, siempre dispuesta a mirar por los demás, pero también reconoce haber sido muy sufridora. Con orgullo, señala que le gustaría ser recordada como alguien que siempre intentó ayudar a quienes lo necesitaban, pese a las limitaciones de su edad avanzada. Así se lo expresó al president de la Generalitat, Salvador Illa, durante su visita el pasado mes de octubre para celebrar su título como la mujer más longeva. En esa ocasión, Angelina le compartió su filosofía de vida: “Hay que ayudar al que no tiene, con comprensión y haciendo las cosas bien”.
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La filosofía de vida de Angelina rodeada de su familia
Hoy en día, Angelina vive con su hija, su nieta y su bisnieto, y goza de buena salud a pesar de su avanzada edad. No frecuenta al médico y nunca ha sufrido enfermedades graves, colesterol ni hipertensión. Sin embargo, el paso del tiempo la preocupa, sobre todo porque la movilidad reducida limita su capacidad para trabajar o moverse como le gustaría. Esto, en ocasiones, la lleva a sentir que ha perdido parte de las ganas de vivir. Para contrarrestar estos pensamientos, Angelina se enfoca en las pequeñas alegrías de la vida, que le ayudan a seguir adelante.