El ejercicio físico regular es clave para una vida sana y prolongada. Las recomendaciones médicas sugieren que, a partir de los 65 años, se debería realizar al menos 30 minutos diarios de actividad moderada, como caminar, andar en bicicleta o cualquier deporte aeróbico. Pero, en lugar de seguir los métodos tradicionales, el “retro walk” propone un enfoque diferente.
Este movimiento, que implica caminar hacia atrás, requiere un esfuerzo físico y mental extra. Al no ser un movimiento natural, activa nuevos músculos y estimula la coordinación, lo que aporta más beneficios al sistema cardiovascular, como señala un estudio publicado en 2019.
Principales beneficios del "retro walk"
Además, de permitirte explorar nuevas formas de movimiento, manteniendo tanto la mente como el cuerpo activo y saludable, realizar esta actividad tiene los siguientes beneficios:
- Mayor coordinación y equilibrio: Al romper con la rutina de caminar hacia adelante, este ejercicio fortalece los músculos de la pantorrilla, los cuádriceps y la tibia anterior, reduciendo el riesgo de caídas.
- Alivio del dolor: Estudios recientes destacan que esta actividad ayuda a reducir las molestias por osteoartritis de rodilla, ofreciendo una solución práctica para quienes buscan alternativas de bajo impacto.
- Cardio eficiente: Solo 10 a 15 minutos al día, cuatro veces a la semana, pueden marcar la diferencia.
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¿Dónde puedes practicar esta actividad?
En interiores:
- Las cintas de correr son ideales para principiantes, ya que ofrecen un entorno controlado y seguro. Equipadas con barras de apoyo, permiten adaptarse al movimiento sin riesgos.
- En gimnasios, es posible ajustar la inclinación y velocidad, personalizando la intensidad del ejercicio según las necesidades de cada persona.
Al aire libre:
- Caminatas en parques, playas o senderos tranquilos combinan ejercicio físico con contacto con la naturaleza.
- Para quienes empiezan, se recomienda usar bastones en terrenos planos para mayor estabilidad.