El cuerpo empieza a reflejar los años de inactividad acumulados, ya sea por largas horas sentadas trabajando o por hábitos sedentarios. Estos efectos suelen manifestarse en dolores articulares y pérdida de fuerza muscular. Según Judy S. Schnoebelen, instructora de yoga de 63 años, el yoga ha sido una solución transformadora. Después de abandonar el running debido a dolores de espalda, encontró en esta disciplina una forma de mantenerse en forma y activa.
“El movimiento es vida”, afirma Judy. Ella realiza sesiones varias veces por semana en YogaSix, un estudio con calefacción en Virginia, donde también enseña. Sus clases incluyen prácticas como vinyasa dinámico, ejercicios de fuerza integrados y sesiones restaurativas para liberar tensiones acumuladas.
Fortalecimiento muscular: la clave para el equilibrio
Para obtener los mayores beneficios del yoga, es importante incluir variedad en las sesiones. Judy recomienda no enfocarse únicamente en áreas específicas como la espalda o las caderas, que suelen ser más vulnerables con la edad. Alternar entre yoga dinámico, ejercicios de fuerza y estiramientos asegura una práctica equilibrada.
"Añade al menos dos sesiones de entrenamiento de fuerza a la semana", aconseja. Ya sea fortaleciendo las piernas o los brazos, este tipo de ejercicios complementa perfectamente una rutina de yoga.
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Beneficios para articulaciones y huesos
El yoga no solo fortalece los músculos, sino que también protege las articulaciones y ayuda a mantener la densidad ósea. Esto resulta clave para prevenir dolores relacionados con la osteoartritis y combatir la pérdida de masa ósea, frecuente en personas mayores de 60.