El principio
El stretching es un método de estiramiento muscular, una mezcla de ejercicios que han surgido a partir de la gimnasia tradicional, la danza clásica y el yoga.
Se practica, directamente en el suelo, sobre una colchoneta de gimnasio o una moqueta, debe realizarse vestida con ropa ligera, amplia y confortable. La habitación tiene que estar aireada para facilitar el trabajo respiratorio, pero templada (unos 20ºC) y libre de corrientes de aire, para no tener frío. Durante el buen tiempo (primavera/verano), el stretching es aún mejor si se práctica al aire libre, en un parque o en un jardín, por ejemplo.
El stretching puede ser un fin en sí mismo, una disciplina como otra cualquiera (clase de stretching), pero también puede integrarse en otras disciplinas (carreras, jogging, senderismo...), ya sea como preparación al principio de temporada, como recuperación a final de temporada o ambos (se dedican entonces alrededor de 15 minutos de la sesión a estirar).
Esta práctica consiste en estirar todos los músculos del cuerpo, segmento a segmento, de forma lenta y precisa. A pesar de su aparente sencillez, los ejercicios de stretching son relativamente complejos y su ejecución exige mucha concentración y rigor.
Todo se desarrolla de forma tranquila y relajada. El principio básico es el estiramiento pasivo. Sobre todo no hay que ir a golpes. Hay que mantenerse inmóvil, concentrarse en la posición y expirar profundamente intentando llegar un poco más lejos con cada expiración. Entrenando una relajación de las tensiones musculares, la respiración controla en gran parte el gesto.
Sus ventajas
Es accesible a todo el mundo. El stretching aspira, antes de nada, a relajar no sólo los músculos, sino también las articulaciones, los tendones, los ligamentos, los tejidos conjuntivos... Así, contribuye a limitar los efectos de la edad y a corregir los numerosos desequilibrios corporales debidos a las posiciones anti-naturales que nuestras vidas modernas nos obligan a adoptar a diario. Gracias a él, nos beneficiamos de un mejor mantenimiento, de una mejor percepción corporal y de una mayor flexibilidad.
Para el trabajo de la respiración y de la relajación, tanto mental como física, aporta un profundo estado de bienestar y una gran relajación. Desarrolla igualmente las capacidades respiratorias.
En lo que concierne a los deportistas, el stretching interviene eficazmente como complemento de otra disciplina, particularmente el ciclismo, la carrera, el senderismo, el esquí, la natación... Practicados a principio de temporada, los estiramientos previenen esguinces y roturas musculares. Practicados a final de temporada o en las horas que siguen, alargan los músculos que tienen tendencia a agarrotarse con el esfuerzo, reequilibran el esquema corporal (posición de la columna vertebral) y limitan la aparición de calambres o agujetas facilitando la eliminación de toxinas.
Las reglas de una buena práctica
Para una práctica sin riesgo y óptima, es mejor comenzar en el seno de una clase impartida por un profesor diplomado.
El stretching exige paciencia y suavidad: no hay que forzar nunca una articulación rígida o un músculo contraído. Hay que ir progresivamente ya que las fibras necesitan adaptarse.
Para comenzar con buen pie, desde que te levantas se pueden ejecutar algunos ligeros estiramientos. Para recuperarse del día, es mejor sin embargo planificar el stretching por la tarde / noche: esto permite relajarse y relajar o estirar los músculos.
Para una mayor eficacia es necesario respetar el tiempo de postura y de relajación, y trabajar siempre de forma simétrica (la derecha y después la izquierda, o al contrario).
Consulta también:
El baile
El jogging
Yoga
Piltates
LETTER
Y también:
La natación:¡lo mejor para el cuerpo!