Ya sabemos, por haberlo escuchado infinidad de veces a los expertos, que perder peso no es solo cuestión de lo que comemos. El deporte y la actividad física juegan un papel fundamental. Pero respecto a esto todavía existen muchos mitos y que no se corresponden con la realidad. Hoy te hablamos de deporte, calorías y sudor, y de como están relacionados.
Si tu objetivo es quemar calorías para bajar de peso, hay diferentes estrategias para lograrlo. Pero tenemos una mala noticia para ti, si estás en el bando de las perezosas. Ninguna es fácil. Hay quien relaciona el sudar con quemar calorías, pero esta es una concepción errónea. Lo que quema calorías es la actividad física. O dicho de otro modo, puedes haber sudado por estar media hora en la sauna, y no haber hecho gasto energético alguno. Y también puedes haber dado un paseo largo a buen ritmo, y sin haber sudado, haber gastado un buen número de ellas..
El mito del sudor y la pérdida de peso
El mito de que sudar sirve para perder peso probablemente proviene de que, por regla general, el deporte y la actividad física intensa provocan que sudemos. Pero el sudor no es más que un mecanismo de regulación de la temperatura corporal, que sirve además para eliminar toxinas. Cuando sudamos, lo que estamos eliminando es únicamente agua. Lo que quiere decir que, una vez vuelvas a beber, recuperarás el “peso” perdido.
Así que, cuando veas a alguien en el gimnasio ponerse film transparente en la cintura o ajustarse una faja en la zona abdominal para sudar, creyendo que así logra reducir el tejido adiposo acumulado en esa parte del cuerpo, no se te ocurra seguir su ejemplo. Sencillamente, ha oído campanas pero no sabe como funciona el mecanismo de quema de grasa.
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Quemar calorías: cuestión de intensidad y tiempo
Si quieres quemar calorías, tienes que jugar con dos factores, la intensidad del ejercicio y el tiempo durante el que lo llevas a cabo. Lo que se conoce como HIIT, o ejercicio por intervalos de alta intensidad, requiere llevar al cuerpo a un alto grado de exigencia, por lo que no puede alargarse demasiado. El cardio de baja intensidad, por el contrario, necesita una duración mínima de entre 30 a 45 minutos para comenzar a quemar grasa.
Así que esperamos que ya tengas estos conceptos más claros. Que sudes o no, va a depender de la temperatura que alcance tu cuerpo y no tiene relación con la quema de calorías. Para conseguir que la grasa desaparezca tienes que optar, o bien por ejercicio intenso de corta duración, como puede ser por ejemplo Tábata, o por actividad suave pero prolongada. De hecho dar largos paseos es una forma sencilla y agradable de quemar calorías que no requiere de gran esfuerzo. ¿Te animas?