Empieza un año nuevo y con él los clásicos propósitos de vida nueva. Y un año más, hacer más deporte y apuntarse al gimnasio son los propósitos número uno de los españoles. Pero no sirve con apuntarse, ¡hay que ir!
Este año, tú también te lo has propuesto. Te apuntaste el día 2 de enero y empezaste a tope, 40 minutos de cardio, máquinas, ¡hasta abdominales! Pero el día 3 tenías agujetas y tocaba descanso. El día 4 fuiste otro ratito, pero el día 5 tenías que hacer compras de Reyes y el día 6 pensaste: “para qué voy a ir si me voy a zampar medio roscón esta tarde, mejor empiezo el lunes". Y el lunes fuiste y el martes pero una semana más tarde… “¡Ay! Si es que después de las vacaciones hay mucho lío en la oficina y no me da tiempo”.
Excusas, excusas, excusas… Lesara te desvela las trampas que nos hace nuestro cerebro para convencernos de que tirarnos en el sofá es mejor plan que ir al gym y cómo combatirlos. Además, te dejamos una sesión de fitness con la que podrás empezar a cumplir tu objetivo.
1. Yo no soy deportista, a mí el deporte se me da mal
¡Nadie nace sabiendo! Y en el gimnasio hay monitores para ayudarte a empezar. También puedes optar por actividades de iniciación en la que se explican los ejercicios paso a paso y son para todos los públicos.
2. Me aburro haciendo ejercicio
Eso sólo te pasará al principio, en cuanto lleves unas semanas yendo, verás cómo te encanta. Al principio, te recomendamos que vayas con un amigo, te lleves tu música o te descargues un capítulo de Netflix, con un smartphone encima no hay sitio para el aburrimiento. Y no todo se reduce a las máquinas, hay muchas actividades guiadas como zumba, indoor walking, spinning… que además de ponerte en forma son muy divertidas.
3. Esa clase no es para mí
No te cierres puertas sin haber probado pero tampoco empieces el primer día con una clase de indoor cycling. Empieza poco a poco y al cabo de un tiempo intenta probar las distintas clases, verás como muchas te sorprenden.
4. El lunes empieza
La más típica y manida de todas las excusas y ¡la más mentirosa! Primero, ¿por qué no vas a empezar a ir al gimnasio un miércoles o un jueves? Además el lunes suele ser el día con más afluencia de público tras los excesos del fin de semana. Y segundo, no se te ocurra aprovechar la excusa de que el lunes empiezas para vaguear el resto de semana que queda y hartarte a ingerir calorías.
5. No tengo tiempo
Otra de las sobreexplotadas excusas… 30 minutos son más efectivos que 0 minutos. En media hora puedes hacer cardio, clases específicas de solo 30 minutos, o nadar hasta 1.000 metros. El mejor truco para no sucumbir a la excusa de la falta de tiempo es buscar un gimnasio cerca de casa o del trabajo y elegir bien el horario en el que vas. Hay gimnasios que abren de 7.00 a 23.00, ¿seguro que no puedes sacar media horita en todo el día?
6. No tengo ropa de deporte limpia
No es necesario ir equipado para una maratón para ir al gimnasio. Cada vez hay más opciones económicas para que puedas tener 2 ó 3 cambios de equipamiento sin gastar una fortuna. En Lesara encontrarás una selección de artículos deportivos de calidad, favorecedores y a precios muy competitivos.
7. ¡Acabo de empezar y ya he ido dos días esta semana!
Pues si vas hoy, ya serán tres y te sentirás súper orgullosa. Si bien no debes entrenar todos los días al inicio (porque los músculos necesitan descansar y recuperarse para adaptarse a la rutina de trabajo), no faltes más de dos días seguidos. Si no vas con regularidad es imposible crear el hábito de entrenar y a partir del tercer día sin entrenar, perderás toda la forma física ganada.
8. Tengo agujetas
Por paradójico que parezca, las agujetas se pasan haciendo ejercicio. Así que cálzate las zapatillas de running y a quitarse esas agujetas.
9. No veo resultados
Si vas al gym para bajar de peso y no ves resultados probablemente estés yendo muy pocos días al gimnasio, estés entrenando con muy poca intensidad o no estés llevando una dieta equilibrada. Habla con el entrenador y te guiará sobre qué entrenamiento debes seguir y te dará consejos de nutrición que seguro que te ayudan.
10. Hoy tengo un mal día, no me apetece
¿Sabes un secreto? Hacer deporte quema adrenalina y genera endorfinas, es decir, diluye el estrés y los enfados y te hace sentir mejor. Muchos malos días se han arreglado después de un entrenamiento satisfactorio.
En definitiva, se trata de crear un hábito y para conseguirlo, hace falta una dosis extra de motivación pero sobre todo ponértelo fácil a ti misma. Lo más difícil es empezar, si sigues nuestros consejos y le das esquinazo a las excusas, verás cómo en unas semanas lo que se te va a hacer raro es faltar al gym.
Contenido elaborado en colaboración con la tienda de moda online Lesara
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