Estas cifras ponen de manifiesto la importancia de una prevención y promoción de unos estilos de vida saludables que ayuden a evitar el contagio de esta enfermedad tan común en la población en general y en los grupos de riesgo, como las personas mayores y los niños, en particular.
La vacunación frente al virus de la gripe estacional es necesaria para evitar la enfermedad. A pesar de que los resultados de las campañas de vacunación son muy positivos más del 40% de los mayores de 60 años no se vacunó el año pasado y el 80% de los enfermos graves por la gripe no se había inmunizado correctamente. Además, en las personas mayores de 65 años solo el 35% consigue la inmunidad frente a la enfermedad tras la vacunación. Esto se debe a que su sistema inmunológico está envejecido por la edad.
Unos habitos de vida saludables
Por este motivo, es importante reforzar el efecto de la vacunación y concienciar a nuestros mayores de la importancia de mantener un estilo de vida saludable recalcando la importancia de una buena alimentación como pilar fundamental para reforzar el sistema inmunológico. Según datos obtenidos en un estudio realizado por el instituto Pasteur es recomendable complementar la vacunación con una dieta saludable que incluya leches fermentadas con L.casei DN 114 001, porque su consumo diario mejora la respuesta inmunutaria ante la vacunación. Una opción es incluir Actimel a la dieta.
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Hacer ejercicio, cuidar la alimentación y llevar unos estilos de vida saludables son prácticas sencillas que pueden contribuir a prevenir enfermedades o reducir su virulencia y en general contribuir a aumentar el bienestar y la calidad de vida de nuestros mayores.
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