Se ha investigado mucho sobre los efectos del ejercicio en diferentes momentos del día. Algunos estudios han sugerido que hacer ejercicio por la mañana puede tener beneficios, como aumentar la quema de grasa, mejorar el estado de ánimo y aumentar la energía para el resto del día.
También se ha demostrado que el ejercicio matutino puede ayudar a establecer una rutina regular, ya que hay menos probabilidades de interrupciones o compromisos que surjan temprano en el día.
Lo que los científicos dicen
La Universidad de Loughborough es conocida por su reputación en la investigación del deporte y el ejercicio. La Dra. Alice Thackray de dicha universidad ha publicado junto a otros investigadores un estudio en la revista Appetite que pone fin a las dudas y nos da la información definitiva para elegir cuándo hacer ejercicio.
Los resultados son contundentes y aseguran que realizar la actividad física por la mañana reduce más la ingesta de grasas y carbohidratos que si decides practicarla por la tarde. Esto se debe según los expertos a la cantidad de serotonina presente en el organismo.
Además se destaca que practicar deporte en ayunas te ayudará a perder más grasa. Perderás más peso porque el cuerpo busca la energía en las reservas del organismo. Hay que tener cuidado con los peligros de esta práctica como las hipoglucemias, pero también con el riesgo de perder músculo.
Si el nivel de glucosa en sangre no es suficiente, tu cuerpo tratará de sacar la energía descomponiendo las proteínas que forman tus músculos.
Si no te interesa perder masa muscular asegúrate de comer antes del entrenamiento.
¿Qué es la serotonina?
La serotonina es un neurotransmisor que se encuentra en el cerebro. Está asociada con el estado de ánimo, el sueño, el apetito y la regulación del dolor. La serotonina puede ayudar a promover la sensación de saciedad, lo que significa que te sientes satisfecho y con menos ganas de comer. Cuando los niveles de serotonina son adecuados, se envían señales al cerebro que indican que has consumido suficiente comida, lo que puede reducir el apetito.
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Se ha observado también que bajos niveles de serotonina pueden estar asociados con antojos de carbohidratos y alimentos altos en calorías.
La producción de serotonina está influenciada por factores como la alimentación, el ejercicio físico y la exposición a la luz solar. Por lo tanto, es normal que los niveles de la llamada “hormona de la felicidad” sean más altos durante el día, cuando hay luz solar, y disminuyan durante la noche.
