Según los psicólogos, existe una palabra que puede marcar la diferencia en nuestro bienestar diario: "saborear". Muchas veces creemos que la felicidad depende de factores externos —encontrar el amor verdadero, alcanzar la estabilidad financiera o tener éxito profesional— pero este enfoque suele llevarnos a la frustración. Los expertos nos recuerdan que la felicidad no depende de lo que sucede fuera, sino de cómo vivimos y apreciamos las pequeñas cosas cotidianas.
¿Qué significa “saborear”?
El término “saborear” no se limita solo a disfrutar de las experiencias, sino que implica apreciarlas intensamente y prolongar esa sensación de disfrute. Se trata de ser conscientes de los momentos positivos del día a día, de detenerse a sentirlos y de no dejarlos pasar desapercibidos. En otras palabras, se trata de disfrutar el aquí y ahora sin dejarnos arrastrar por las preocupaciones futuras o el peso de lo pasado.
Por ejemplo, saborear puede significar disfrutar lentamente una taza de café por la mañana, observar un atardecer o simplemente pasar un rato agradable con amigos. Es una habilidad que nos permite intensificar el disfrute del presente, logrando que esas pequeñas alegrías se sientan más significativas.
¿Por qué es tan importante vivir el momento?
Las personas que se sienten deprimidas tienden a centrarse en el pasado, mientras que quienes sufren ansiedad viven atrapadas en el futuro. Los psicólogos afirman que la verdadera felicidad reside en el presente. "Saborear" nos ayuda a conectar con lo que estamos viviendo, a generar mayor satisfacción personal y, además, mejora nuestras relaciones, al compartir con los demás esas experiencias de alegría.
LETTER
¿Cómo poner en práctica este enfoque en nuestras vidas?
Así es como puedes aplicar este enfoque en tres aspectos de la vida:
- Dedica unos minutos a recordar experiencias felices, visualizando los detalles: olores, colores y sensaciones.
- Tómate tiempo para disfrutar de un paisaje, una conversación o un buen libro sin prisa.
- Aunque no haya pasado aún, anticípate a experiencias positivas (como unas vacaciones o un encuentro especial) y planifícalas con ilusión.