Los científicos coinciden en que es posible mejorar nuestro día a día solo haciendo pequeños cambios en nuestra rutina. Aumentar el autoestima y lograr una mayor felicidad es solo cuestión de dar más abrazos.
Las responsables de la felicidad
La ciencia nos dice que un 90% de nuestro pensamiento está ocupado en la búsqueda de la felicidad. Los nuevos datos de investigaciones recientes concluyen que los sentimientos de satisfacción y la sensación de bienestar, dependen de factores internos y externos a nosotros, y que uno de los internos es la química de nuestro cerebro, afectada por determinados neurotransmisores.
Estos neurotransmisores se conocen como “hormonas de la felicidad”, ya que se liberan en el sistema nervioso cuando estamos sintiendo placer o alegría: son la serotonina, dopamina, endorfina y oxitocina. Entre todas las hormonas que se liberan cuando nos abrazamos destaca la oxitocina, también denominada 'del amor', ya que favorece los vínculos entre los seres humanos y animales, y desempeña un papel esencial en la sensualidad, la afectividad y la sexualidad.
Cómo hacer para ser más felices
Lo que nos piden ahora los científicos es que introduzcamos pequeños cambios en nuestros hábitos que nos permitan aumentar el nivel de hormonas de la felicidad en nuestro organismo. El contacto físico es fundamental para alimentar el apego, tiene beneficios tanto en lo físico, como en lo mental. Por eso, a través de caricias, abrazos y masajes podemos mejorar nuestra vida diaria.
Es por todos sabido el beneficio del contacto piel con piel con los recién nacidos. Aumentar este tipo de contacto físico durante la infancia ya sea con besos o abrazos, ayuda con la salud mental, la autoestima y la autonomía del niño.
Varios estudios recomiendan que incluyamos los abrazos en nuestro día a día como medida para hacernos sentir más felices, ya que se mejora el estado de ánimo, disminuye el estrés, fortalece el sistema inmunitario e incluso puede llegar a alargar la vida. Además de los abrazos, los masajes y mimos tienen el mismo efecto.
Otro estudio de las Universidades de Londres y de Bristol publicado en la revista Acta Phychologica añadió además, que los abrazos que dan mayor bienestar son aquellos que se realizan cruzando los brazos alrededor del otro, ejerciendo una presión media y con una duración aproximada de entre 10 y 15 segundos.
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