La siesta es un hábito muy agradable que puede suponer diferentes beneficios. Desde potenciar tu rendimiento o aliviar la tensión hasta mejorar la memoria. Aunque nunca debe sustituir a las horas de sueño nocturno, si que puede ser una buena forma de completar tu descanso diario que, como verás en la galería, es primordial para tener una buena salud. No obstante, para sacarle el máximo partido a la siesta, es importante seguir ciertas pautas. ¡Toma nota!
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Mejor pronto que tarde: para evitar que echarte la siesta te impida dormir bien por la noche, es importante hacerlo muy tarde. Las mejores horas serían de 12:00 a 15:00, según los expertos.
Duración de entre 20 y 30 minutos: esta pauta es fundamental. Alargar demasiado la siesta supone llegar a fases más profundas del sueño, lo que reduce sus beneficios. Media hora de descanso es suficiente para desconectar. ¡Ponte el despertador!
A oscuras: para que consigas dormirte fácilmente y el descanso sea reparador, es necesario que reduzcas al mínimo los estímulos externos. Así que di adiós al móvil, la tablet o el ordenador y, si es necesario, utiliza un antifaz.
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Huye de los ruidos: al igual que ocurre con la luz, los ruidos pueden dificultar el sueño y disminuir el descanso. Por eso, busca un lugar donde puedas estar en silencio.
¿Sofá o cama? Lo ideal es que elijas el lugar donde estés más a gusto y consigas dormirte antes. Tendemos a pensar que como solo son unos minutos no hace falta utilizar la cama, pero lo cierto es que debes optar por el lugar donde el descanso vaya a ser mejor.
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