Podría no ser evidente a simple vista, pero las enfermedades cardiovasculares causan más muertes en mujeres que en hombres cada año. Esta información está respaldada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que informa que en 2021, las enfermedades del sistema circulatorio fueron la principal causa de mortalidad entre las mujeres (262,2 muertes por cada 100,000) y la segunda entre los hombres (241,1). Las muertes por estas causas disminuyeron un 1,0% en mujeres y un 0,1% en hombres en comparación con 2020.
Aunque los ataques al corazón son más frecuentes en hombres que en mujeres, los efectos son más severos para estas últimas. Un año después de sufrir un ataque cardíaco, las mujeres tienen un 50% más de probabilidades de morir. Además, durante los primeros seis años después del ataque cardíaco, las mujeres tienen casi el doble de probabilidades que los hombres de experimentar un ataque nuevamente.
Varios estudios han evidenciado que después de la menopausia, alrededor de los 50 años, las mujeres enfrentan un mayor riesgo debido a la disminución de los niveles de estrógeno, una hormona femenina asociada a niveles más elevados de colesterol bueno (HDL) y niveles más bajos de colesterol malo (LDL). Otra preocupación es que una de cada cuatro mujeres mayores de 65 años padece algún tipo de enfermedad cardiovascular.
Síntomas diferentes
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) destaca la importancia de concienciar a las mujeres sobre su vulnerabilidad ante las enfermedades cardiovasculares. Es esencial que consideren la importancia de reconocer los síntomas. En caso de un infarto, el tiempo es crucial. Según la SEC, los síntomas clásicos abarcan "una sensación de opresión en el centro del pecho o en la zona epigástrica (estómago), que puede extenderse hacia el brazo izquierdo, ambos brazos, cuello, mandíbula y/o espalda; además de sudoración, dificultad para respirar y náuseas".
Estos síntomas son compartidos por ambos sexos, sin embargo, es importante destacar que "en las mujeres, el dolor en el pecho característico tiende a ser menos específico, y además, este grupo experimenta con mayor frecuencia náuseas, vómitos e indigestión, así como dolor en el centro de la espalda y en la mandíbula", señalan los expertos. Ante cualquiera de estas señales, es crucial buscar asistencia médica de inmediato.
La clave para disminuir la cantidad de fallecimientos es la prevención
Es fundamental estar alerta a los síntomas, especialmente considerando que el pronóstico de un infarto de miocardio es menos favorable en mujeres en comparación con hombres. Un porcentaje más alto fallece antes de ser atendidos (52% en comparación con el 42% en los hombres), y el pronóstico también es menos favorable después del internado en el hospital.
Existen varios factores que explican esta situación. Aparte de la ya mencionada disminución de estrógenos, es significativo que las mujeres suelen desarrollar enfermedades coronarias aproximadamente diez años más tarde que los hombres. Esto significa que, generalmente, tienen más enfermedades o comorbilidades (como enfermedad renal, anemia, osteoarticular, entre otras) que los hombres. Además, las mujeres demoran más en buscar atención médica y en recibir un diagnóstico debido a que sus síntomas suelen ser atípicos.
Es crucial actuar rápidamente ante la presencia de síntomas. Una de cada cuatro muertes en mujeres mayores de 25 años se atribuye a enfermedades cardiovasculares. Para disminuir estas estadísticas, es igualmente relevante estar alerta a las señales que emite tu cuerpo y tomar medidas preventivas contra la enfermedad. Ocho de cada diez casos de muerte por enfermedades cardíacas son prevenibles, por lo que realizar revisiones cardiológicas constituye una herramienta altamente efectiva para evitar estas afecciones.
Es necesario restringir los factores de riesgo, siendo los más destacados el tabaquismo, la hipertensión, el colesterol alto y la obesidad. Igualmente, se deben reconocer los beneficios de realizar actividad física de forma regular y adoptar una dieta balanceada y saludable.
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