Existen varios superalimentos que hoy en día podemos fácilmente encontrar en el supermercado, sin embargo, en ocasiones desconocemos su potencialidad para nuestra salud y los relegamos a una menor prioridad a la hora de elegir los ingredientes para nuestros platillos cocinados en casa.
Este caso podría ser el de las espinacas, una hoja verde que es altamente recomendada por especialistas en nutrición, cada uno de ellos enfatizando sus variados contenidos en vitaminas y minerales. Aquellas personas que han incorporado este alimento en su dieta habitual, pueden confirmar con certeza que, en combinación con una alimentación balanceada, tiene grandes efectos como una mejor digestión, ayuda a conservar un vientre plano y es energizante. Conozcamos más a fondo a continuación acerca de sus propiedades nutricionales.
Las espinacas en crudo y sus beneficios
Mientras que consumir espinacas cocidas no representa un inconveniente, es ampliamente conocido que cualquier producto vegetal reduce sus beneficios nutricionales cuanto más elaborado sea su procesamiento. Por ello, se recomienda, en la medida de lo posible, ingerir las verduras sin cocinar, con el fin de preservar intactos sus compuestos esenciales y sustancias.
Los expertos explican que las espinacas, cuando se ingieren crudas, preservan sus máximos niveles de vitamina C, un antioxidante crucial en el combate contra el envejecimiento, al neutralizar el daño causado por los radicales libres. Asimismo, contienen vitamina K, que puede contribuir a reducir las manchas oscuras bajo los ojos y mejorar la calidad del cutis, confirmando así el efecto antiedad de este importante alimento.
Su composición revela claramente las cualidades de las espinacas crudas que son abundantes en fibra y contenido hídrico, lo que las convierte en un alimento fácilmente digerible y sumamente bajo en calorías, además, cabe destacar que contienen proteínas considerables en contraste con su escaso aporte de carbohidratos.
Su inclusión en ensaladas es ideal para ser parte de nuestra dieta. Es importante saber que, si se someten a cocción, aumentan su contenido calórico, por lo que mantener el hábito de consumirlas crudas, como entrada de ensalada para la cena, contribuye a equilibrar el balance energético diario.
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Aunado a estos beneficios, su contenido en magnesio y folato contribuye al bienestar emocional. Asimismo, las espinacas resultan valiosas como fuente de ácidos grasos de calidad, lo cual fomenta un estado anímico positivo y favorece el mantenimiento de una adecuada salud cerebral. Además, este alimento es muy apreciado por nuestra microbiota, cuya relación directa con nuestro cerebro es bien conocida.
Si aún no lo haces, no pierdas tiempo en incluir las espinacas crudas en tu alimentación habitual, que puedes combinar de varias formas con otros ingredientes para crear ensaladas con grandes beneficios para tu bienestar.