Llevan en el ojo del huracán varios años debido a sus efectos nocivos sobre la salud. Aún así, los alimentos ultraprocesados son cada vez más numerosos entre los productos que encontramos en los supermercados.
Los ultraprocesados son perjudiciales para la salud
El pan de molde, los cereales, los platos precocinados, nuggets o palitos de cangrejo tipo Surimi, bebidas gaseosas…los alimentos ultraprocesados ya forman parte de nuestra alimentación diaria. Según una encuesta publicada en Francia “Aliments ultra-transformés, le vrai scandale sanitaire” (Alimentos ultraprocesados, el verdadero escándalo sanitario), este tipo de alimentos representa ya un 30% del regimen de nuestros vecinos franceses, un 33% entre los españoles y casi un 60% entre los americanos o los ingleses. Numerosos estudios científicos ya han avisado de su impacto negativo sobre la salud. La investigadora francesa Mathilde Touvier ha establecido una relación entre ciertos emulsionantes utilizados por la industria agroalimentaria y las enfermedades cardiovasculares. Dicho estudio ha sido publicado en el British Medical Journal en el que muestra los resultados de consumir estos aditivos. Para el estudio utilizó una muestra de 95.442 adultos entre 2009 y 2021 y estudió los riesgos de enfermedades cardiovasculares y coronarias.
A veces estos alimentos ultraprocesados no son fáciles de detectar entre los pasillos del supermercado, aunque ya representan el 64% de lo que venden. Es el caso en particular de ciertos productos etiquetados como veganos o ecológicos. En estos alimentos, la estructura molecular ha sido modificada por la industria agroalimentaria y a veces se etiquetan con un Nutri-Score A o B llevando a pensar que son más saludables que otros.
Cómo reconocer los productos ultraprocesados en tu supermercado
El periodista Thomas Mahler, director adjunto de la redacción del periódico francés l’Express ha querido mostrarnos 3 astucias para ayudar a reconocerlos en el momento de la compra. Para no equivocarnos, nos invita a evitar en nuestro carrito:
- De manera general el pan de molde, los cereales, los pasteles industriales, barritas rellenas o recubiertas y los platos preparados.
- Los productos envueltos en plástico que llevan ingredientes en su etiqueta que no deberían haber sido añadidos según su receta tradicional.
- Los alimentos marcados como “ricos en fibra”, o “ligeros”/“light”.
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De cualquier modo, una vez evitados estos tres tipos de productos, lo mejor es consumir alimentos lo más naturales posibles: frutas, verduras, carne, pescado, arroz, yogur natural, queso fresco… y optar siempre por platos cocinados en casa.
