El spagat es el famoso ejercicio de abrir completamente las piernas, de forma en que quede una alineada con la otra. Es una postura donde las piernas están extendidas formando un ángulo de 180º o más, dependiendo de tu flexibilidad. Es una postura que parece misión imposible, pero con práctica, paciencia y dedicación lo puedes llegar a conseguir. ¿Te imaginas? Si quieres puedes, amiga, así que veamos por donde empezar.
Primeros pasos para hacer el spagat
El spagat es una postura difícil y que puedes llegar a conseguir con mucho trabajo. Una de las claves para lograrlo está en empezar con una rutina de ejercicios para trabajar la flexibilidad y mejorar de manera progresiva.
Lo primero que necesitas hacer siempre, antes de cualquier ejercicio, es utilizar ropa deportiva cómoda y con elástico, para poder estirarte sin limitaciones por las prendas. ¡No lo intentes en vaqueros, por ejemplo!
Lo siguiente que necesitas, es un buen calentamiento. Esto te facilitará los ejercicios y te ayudará también a prevenir lesiones.
Si ya lo tienes todo, empecemos con los ejercicios de estiramientos.
- Movimiento articular: empezaremos con este ejercicio en el que tendrás que tumbarte boca arriba, con las rodillas flexionadas e intentar agarrarlas con una mano, movimiendo las piernas de un lado a otro. Es un poco aeróbico y lo puedes ir adaptando a tus necesidades.
- Mariposa: este ejercicio consiste en imitar la postura de sentarse con las plantas de los pies juntas, empujando las rodillas hacia el suelo todo lo que puedas. Aguanta unos segundos la postura, descansa y repite, hasta hacerlo unas 3 o 4 veces.
- Rana: similar al anterior pero en una postura inversa, la rana también es una buena postura para incrementar la flexibilidad. Para ello, ponte boca abajo, flexionando las rodillas y juntando los pies. Luego, apoya los antebrazos en el suelo, intentando mantenerte los pies y las caderas cerca del suelo. Auanta unos minutos la postura y repite varias veces.
- Split: para hacer esta postura, ponte de pie, adelanta la pierna derecha y flexiona la rodilla delantera mientras estiras la de atrás. Ahora apoya las manos en el suelo y empuja. Mantén esta postura durante 1 minuto y repite varias veces con cada pierna.
- Uva en la pared: si tienes una pared libre por casa, ponte boca arriba, con las piernas juntas y los pies hacia el techo. Ahora abre las piernas lo que puedas, relaja el cuerpo y déjate llevar. Con el paso del tiempo notarás que las piernas bajan cada vez más, gracias a la gravedad.
- Zancadas: para un spagat en la pared, este ejercicio puede venir muy bien. Simplemente tendrás que adelantar una pierna en ánculo recto, estirándola y sin forzar, manteniendo la postura durante al menos medio minuto.
Al hacer estos ejercicios podrás mejorar la flexibilidad y poco a poco te irás acercando a hacer el spagat. Casi sin que te des cuenta, cada día estarás abriendo un poco más que el anterior.
Con 15 minutos al día puedes notar importantes avances
Además, al ver que funciona, te sentirás más motivada y seguirás trabajando para lograr tus objetivos poco a poco. Ten en cuenta que puede llevar más o menos tiempo según la persona, pero lo importante es trabajarlo. Con unos 15 minutos diarios ya puedes notar una importante mejoría.
También puedes complementarlo con posturas de yoga y pilates, porque se hacen numerosos estiramientos y te puede venir fenomenal.
Recuerda que la paciencia y la constancia es fundamental. Oviamente, no vas a conseguir hacer el spagat de un día para otro, pero con el paso de los meses irás notando importantes avances. Hay quien ha conseguido hacer un spagat frontal en solo 3 meses, ¡así que toma nota!
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¿Te animas con el spagat o lo ves misión imposible?
