Sol, días calurosos, ganas de pasar tiempo fuera de casa... son señales innegables de que el verano está a la vuelta de la esquina. Y ya que llega el buen tiempo, ¿por qué no pasas del coche o del transporte público y te mueves por tu ciudad con la bicicleta? Pedalear durante sólo 10 minutos fortalece los músculos y estimula el sistema cardiovascular y la circulación sanguínea. Y además, si estás en plena operación bikini, que sepas que ayuda a quemar algunas que otras calorías. ¡Es una maravilla!
Cualquiera que esté acostumbrado a dejar el coche en casa y coger la bici con frecuencia sabe que tiene muchos beneficios. Para empezar, protege el medio ambiente al no enviar a la atmósfera gases contaminantes como los que se producen si coges el coche. Piensa que puedes moverte mejor por las calles sin tener que comerte ningún atasco ni buscar aparcamiento, que muchas veces lleva más tiempo que lo que se tarda en llegar al destino deseado.
También te ayuda a mantenerte en forma. Al ser un deporte de resistencia, el ciclismo fortalece el corazón y la circulación. Es uno de los deportes más suaves que hay y que con más gusto puedes practicar, pues te puedes mover a todos lados sin necesidad de coger otro transporte. Y si te sientes cansada, siempre puedes coger después el metro. En resumen: la bici mola. Súbete a los pedales que te detallamos sus numerosos beneficios.
Por qué es sano montar en bici
Antes de nada: ¡montar en bici relaja! Yendo en bicicleta evitas los atascos diarios, estás al aire libre y te ahorras tiempo y dinero. Además, tu estado de ánimo sube, ya que el cuerpo recompensa el esfuerzo liberando endorfinas, que por si no lo sabías, es la hormona de la felicidad. Si lo que quieres es desconectar, lo mejor que puedes hacer es darte una vuelta con tu bici.
Pero eso no es todo. Montar en bici protege nuestro corazón. Cuando pedaleas, el corazón bombea hasta 1,2 litros de sangre por minuto en el cuerpo. Como resultado, el pulso disminuye durante y después del ejercicio. Según los estudios, pedalear regularmente reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares hasta en un 64%.
Un deporte de resistencia suave como éste ventila nuestros pulmones y promueve la oxigenación de los músculos. Cuando haces ejercicio, los pulmones absorben el doble de oxígeno que cuando estás en reposo.
Montar en bici protege las articulaciones
¿Sabías que montar en bici es uno de los deportes más suaves que hay? Para que los cartílagos de nuestras articulaciones permanezcan saludables, necesitan nutrientes y minerales. Éstos los preservan canalizando líquido a través del movimiento. Al terminar el ejercicio, los productos que pueden degradar las articulaciones fluyen hacia fuera, lo que previene de la osteoartritis.
Al ir en bicicleta se reduce el estrés, ya que alrededor del 80% del peso corporal descansa sobre el sillín y el cuerpo no tiene que soportar su propio peso. Por lo tanto, se trata de un deporte especialmente indicado para personas con obesidad, que tengan problemas en las articulaciones y para aquellos que se recuperan de una lesión y sólo pueden hacer deportes limitados. Un ejemplo son las personas con lesión de rodilla, que quizás deportes como correr pueden dañarla más y sin embargo pedalear, al ser un movimiento circular, ayuda a la recuperación.
Quema calorías pedaleando
Sí, montar en bici es deporte. Y el deporte quema calorías. Quien se sube a los pedales no sólo fortalece las pantorrillas, los muslos y los glúteos, sino que también entrena los brazos, el tronco, la parte inferior de la espalda y los músculos abdominales, o lo que es lo mismo, el core. Incluso los esfuerzos que se hacen con el manillar tienen un efecto positivo en tu figura, ya que ayuda a fortalecer los músculos que rodean las costillas. En resumen: si te subes con cierta frecuencia en la bici, moldearás tu cuerpo y quemarás muchas calorías.
Para ser exactos, se queman aproximadamente 450 kcal por hora a una velocidad aproximada de 15-18 km/h. ¿Cuál es su equivalente? Pues más o menos a una hora de running. Y correr es mucho más cansado y en ocasiones más perjudicial que montar en bici. Si llegar a una velocidad de 24-28 km/h quemarás más de 800 kcal. Además, mejorarás tu resistencia pedaleando, de manera que podrás aguantar más tiempo o ir más rápido según pase el tiempo.
Por cierto: obtendrás mejores resultados si haces ciclos lentos durante más de 45 minutos. ¿Qué significa esto? Pon una marcha baja y lleva un ritmo alto. Así el cuerpo recibe suficiente oxígeno, se estimulan los cartílagos, los huesos y las articulaciones y se estimula el metabolismo para que elimine grasa.
La regularidad es la clave
Lo ideal sería montar en bici tres veces a la semana durante unos 30 minutos, pero al aire libre, no la bici del gimnasio. Si no estás acostumbrada, comienza lentamente y ve aumentando el ritmo poco a poco. El cuerpo necesita tiempo para acostumbrarse al ejercicio. Si vas en bici al trabajo y el trayecto es corto, puedes cogerlo otro día para ir a comprar o simplemente para dar un paseo. Las pendientes fuertes pueden costarte al principio pero luego apenas te costará. Recuerda que, aunque lo uses como medio de transporte, no deja de ser un deporte, por lo que para evitar lesiones o tirones lo mejor que puedes hacer es, cuando te bajes de la bici, estirar los músculos de las piernas, el culo y los de la espalda. Así estarán en perfecto estado.
Si pasas de usarlo como medio de transporte y simplemente quieres tenerlo como una forma eficaz de estar en forma, puedes combinar distintas intensidades durante la sesión de bicicleta. Es decir, puedes hacer un calentamiento durante 20 minutos a un ritmo normal, después aceleras lo más que puedas durante unos 30-60 segundos con una frecuencia cardíaca del 85-100%. Después puedes volver a pedalear a un ritmo normal durante unos minutos antes de repetir la fase de aceleración máxima. Para terminar, lo mejor es que andes unos 20 minutos para que tu cuerpo y tu ritmo cardíaco se relajen.
Con tantos beneficios ya no tienes excusa para sacar tu bici del trastero o donde la tengas almacenando polvo y echarte a la calle a darle caña a los pedales. El buen tiempo es un gran aliciente y cada vez hay más carriles bici en las grandes ciudades para que te puedas mover sin ningún tipo de problemas de un lado a otro. ¡Saca tu bici a pasear!
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