Practicar running urbano, participar en carreras populares, en maratones y media maratón o en carreras de montaña (el trail running) es ya una práctica habitual para más de 3 millones de españoles. Correr no requiere, a priori, una gran forma física, es fácil de practicar, puede realizarse en cualquier lugar sin necesidad de apuntarte al gimnasio y con unas zapatillas, unas mallas y una camiseta, estás lista para ser una corredora más.
Todo ello explica por qué el running es el deporte de moda, sin embargo, una gran mayoría de los aficionados no se preparan bien para salir a correr. De hecho, un 93% de los runners españoles no toman medidas básicas para evitar males mayores de salud cuando practican este deporte, según explica el VI Estudio CinfaSalud. “Percepción y hábitos de los corredores y corredoras españoles”.
Realmente es preocupante, ya que según este estudio, realizado a 2.400 españoles a través de un cuestionario online, el 75% no se han realizado nunca una prueba de esfuerzo, lo que provoca que se estén dando muchos casos de muerte súbita por paro cardiaco en carreras populares. Por otra parte, el 86,2% tampoco sigue un plan de alimentación adaptado al running y un 77% no tienen un plan de entrenamiento regular. Además, la mitad de los corredores no realiza ejercicios de calentamiento y estiramiento antes y después de correr, necesarios para evitar lesiones.
Con estos datos tan alarmantes, ¿no crees que debes tomar medidas antes de salir a correr o lanzarte a un maratón como si fueras una superheroína? Los retos, la superación y las metas personales están muy bien, pero ¡hazlo con cabeza y protege tu salud! ¡Apúntate los consejos de CinfaSalud, expertos en el tema!
¡Al médico antes de empezar!
Consulta a un especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte para comprobar tu estado de salud general. Te realizará pruebas de esfuerzo para que conozcas verdaderamente tu forma física, puedes tener algún problema que no haya dado señales de alerta. No esperes a estar lesionado o a tener síntomas de alguna enfermedad para ir al médico.
Hay que tener un plan de entrenamiento
Antes que buscarlo en Internet o en revistas especializadas, lo ideal es acudir a un entrenador formado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que programará el plan de entrenamiento más adecuado para tu caso y propósitos, ¡y esto también te lo decimos nosotras!
No somos expertas en deporte, nutrición o medicina, solo periodistas que nos informamos sobre los temas que más te interesan para acercarte algunas recomendaciones, pero, en ningún caso nuestros artículos sustituyen la consulta a un médico y tampoco aconsejamos el autodiagnóstico o automedicación.
Calentamiento igual a...¡Prevenir antes que curar!
Calentar antes de comenzar a correr y estirar cuando se termina, son precauciones esenciales para reducir el riesgo de lesiones: los calentamientos previos permiten a tu cuerpo aumentar la temperatura y prepararse para el ejercicio, mientras que los estiramientos posteriores son clave para aliviar la tensión en músculos y tendones que la actividad física pueda producirte.
¡Di sí a los hidratos de carbono!
Si eres runner o deportista debes alimentarte de manera equilibrada y consumir todos los tipos de alimentos, pero mayormente los que sean ricos en hidratos de carbono, que puedes encontrar en la pasta, el pan, las harinas y los cereales, mejor si son integrales. De esta manera, lograrás mantener los depósitos de glucógeno de tu organismo lo más llenos posibles. Infórmate en este artículo de nuestra web de salud Onmeda.es sobre la dieta del deportista.
Una botella de agua siempre a mano
Sobre todo, antes, durante y después del ejercicio, cuando perdemos una gran cantidad de agua y electrolitos a través del sudor. Si no ingieres los líquidos necesarios para reponer las pérdidas producidas, puedes sufrir deshidratación y tu rendimiento físico se reduce y aumenta el riesgo de lesiones.
Los suplementos pueden ser una ayuda extra
Para evitar la deshidratación, preparar al cuerpo para la carrera y ayudar al músculo a recuperarse después, los suplementos nutricionales pueden resultar de gran ayuda. En todo caso, escoge siempre productos que te garanticen la máxima calidad y seguridad, von el asesoramiento de tu farmacéutico o de un médico especialista.
¡Mima tus pies!
Es una de las partes del cuerpo que más sufre cuando corres. Lávalos y sécalos adecuadamente todos los días, hidrátalos al menos dos veces a la semana y córtate correctamente las uñas. Tampoco dejes de acudir al podólogo para tratar los callos y durezas o cualquier posible problema.
Elige las zapatillas más adecuadas para ti.
No te rindas ante las modas; tu calzado de deporte y el resto del equipamiento que uses al correr debe estar adaptado a tus necesidades y objetivos como corredor. En el caso de las zapatillas, es especialmente importante que su amortiguación sea la adecuada para tu peso y que su ergonomía esté adaptada a tu manera de pisar.
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