Es común toparse con personas a las que les resulta difícil evitar los aperitivos de media tarde, o incluso podrías ser tú alguna de ellas, y lo cierto es que en realidad necesitamos tener una merienda. Sin embargo, no nos referimos a abrir el refrigerador o la alacena y consumir cualquier cosa que te encuentres, sino a hacerlo de manera consciente, seleccionando alternativas nutritivas.
Las recomendaciones de meriendas son muy variadas, pero hay que ser atentos y procurar seguir aquellas que nos aportan un importante valor nutrimental. Los expertos sugieren varias opciones, entre las cuales incluyen fruta con alto contenido de vitamina C, como el kiwi, las fresas o la naranja, que puedes combinar con semillas oleaginosas, que aportan grasas de calidad y fibra.
También recomiendan incluir lácteos, como un vaso de yogur o leche, que aportan vitaminas A, D y calcio. Además, los frutos rojos y frutos secos son una buena opción para la merienda, y en caso de preferir pan, es mejor optar por las harinas integrales y lo hecho en casa.
La siguiente receta está pensada en cumplir con el aporte de estos nutrientes, además de ser fácil de preparar.
Manzana verde con yogur, semillas y frutos rojos
Vas a necesitar:
Media manzana verde
1 puñado de frutos rojos o secos
Semillas
Coloca el yogur en un bol y agrega la manzana picada en cuadros, una cucharada de semillas y los frutos rojos o secos. Es recomendable que optes por yogur natural, y si prefieres que sea un poco más dulce, puedes agregar un poco de miel. Y así de fácil es la preparación de esta merienda, con ingredientes que tranquilamente puedes conseguir en el supermercado.
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Esta receta puede ayudarte a llegar a la cena sin la necesidad de picar bocados, pues está pensada en hacerte sentir saciada, evitando que hagas un consumo extra de calorías entre comidas. Y recuerda que, para que se vea reflejada en un beneficio para tu salud, una buena alimentación debe de estar acompañada de actividad física constante, además de mantenerte bajo un equilibrio emocional.