El bizcocho de calabaza es una receta que ha pasado la prueba del tiempo y que sigue preparándose en la actualidad del mismo modo en el que nuestras abuelas lo hacían. Un postre sencillo, aunque lleno de sabor, que te traerá de vuelta memorias de tu niñez y de todos esos momentos especiales vividos en familia.
Aunque no todo el mundo se atreve con los bizcochos, si sigues los pasos correctos y tienes en cuenta unos pequeños trucos que compartiremos contigo, no deberás preocuparte por el resultado. Prepárate para sorprender a los tuyos con este postre tradicional que te encantará no solo por su sabor sino también por la esponjosidad de su textura.
Bizcocho de calabaza receta de la abuela: ingredientes
Los ingredientes que necesitas para esta receta son los siguientes:
- 1 calabaza
- 100 g. de azúcar
- 2 Huevos grandes
- 200 grs de harina
- 1 cucharadita de canela
- 1 Yogur griego
- 100 grs de mantequilla
- 16 grs de levadura
- Sal
Puede haber alguna ligera variación en los ingredientes,, ya que hay quien gusta de añadirle un poquito de nuez moscada para otorgarle un toque diferente, pero en esencia, esto es lo que necesitas. Y aunque esta es la receta de la abuela tradicional del bizcocho de calabaza, no creas que es la única. Hay muchas otras variantes que puedes hacer y de las que ya te hablamos anteriormente en este artículo sobre recetas de bizcocho de calabaza.
Cómo preparar el bizcocho de calabaza receta de la abuela
Por un lado comenzaremos elaborando el puré de calabaza, y de forma paralela iremos trabajando en la masa del bizcocho.
Pela la calabaza, córtala por la mitad y extrae las pepitas. Después de dejarla limpia, corta trozos gruesos y ponlos en la bandeja del horno, añadiendo un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima de cada uno. Con el horno previamente precalentado a 200 grados, introduce la bandeja con los trozos y deja que se vayan asando durante 35 minutos. Cuando pase este tiempo, saca los trozos de calabaza e introdúcelos en el vaso de la batidora, batiendo hasta que se forme una especie de puré fino y que no tenga grumos.
En el tiempo en el que los trozos están asándose en el horno puedes ir adelantando la masa, para lo cual pon la mantequilla en un bol asegurándote de que esté blanda, pero no derretida. Añade el azúcar, y bate ambos elementos de forma vigorosa hasta que se forme una crema en la que no se distingan cristales de azúcar.
Luego añade los huevos batidos, uno a uno, integrándolos con la mezcla de mantequilla y azúcar. Añade el primero, intégralo, y solo entonces añade el segundo y repite el proceso. Después, ve añadiendo los ingredientes secos que restan, es decir, harina, levadura, canela y sal, (aquí se incluiría la nuez moscada en el caso de que hayas decidido incluirla en la receta) también de uno en uno al tiempo que vas alternándolos con el yogur griego que vas incorporando cada vez que sumas un ingrediente a la mezcla. Con todos ya añadidos, integra la mezcla bien con movimientos envolventes sirviéndote de una espátula.
Ahora llega el momento de unir esta masa con el puré de calabaza que has elaborado tras lo cual debes seguir removiendo hasta conseguir una textura bien homogénea.
El horneado
Es en este punto cuando ya puedes volcar la mezcla en un molde circular y llevarla al horno, que ha de estar precalentado a unos 180 grados con calor en la parte superior e inferior. Déjalo 30 minutos y asegúrate de no abrir la portezuela en ese tiempo. Despúes, deja el horno entreabierto 10 minutos más para que termine de hacerse. Si necesitas comprobar que está perfectamente cocinado, solo tienes que meter un palillo y comprobar que sale totalmente seco.
Sácalo, deja que se enfríe, y procede a desmoldarlo. Puedes ponerle un poquito de azúcar glasé por encima para que tenga una presentación más llamativa si lo deseas.
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