Después del artículo anterior, claves para afrontar las críticas en el entorno laboral, en el cual la empatía era a clave principal, hoy te traigo una serie de aspectos clave para generar dicha empatía potenciando así, las emociones positivas.
Fomentar la empatía debería ser un hábito a cultivar diariamente porque influye en nuestro desarrollo profesional y en nuestra vida personal lo que, a su vez, haría nuestra vida en general mucho más gratificante y aportaríamos mucha más energía realista y positiva a nuestro entorno.
3 claves para ser más empática
1. Primera clave: no vaciarnos como si fuésemos simples bolsas a reventar
Cada vez que hacemos un comentario negativo, vaciamos un poquito de nosotros y en el fondo, nos hace sentir mal cuando somos conscientes de ello. Analiza tus conversaciones y contrólate cada vez que desees hacer un comentario negativo. Si son los demás los que critican o se ríen de otros, haz algo al respecto y hazles ver que las actitudes negativas no arreglan nada sino todo lo contrario, empeoran la solución de problemas o el ambiente en el que se dan esas críticas o malos comentarios. Evita entrar en esa espiral y verás lo bien que te sientes. Si el contrario no atiende a razones o no sabe vivir sin ridiculizar al resto, aléjate de lo máximo posible por tu bien mental y por tu salud emocional.
2. Segunda clave: Destaca lo que sí funciona
Destacar lo positivo no resta valor a lo negativo pero lo minimiza. Si te pasas la vida sacando lo peor de la gente no pretendas recibir a cambio sonrisas y buenas actitudes. En cambio, si sonríes, rectificas u opinas de buenas maneras, obtendrás lo mismo de vuelta.
3. Tercera clave: Rompe con el refrán “haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”
Cámbialo por “haz a los demás lo que ellos se harían a sí mismos”. ¿Por qué de este cambio tan “ilógico”? Pues porque el reconocimiento que los demás reciben de nosotros contribuye a dar forma a su identidad y logros futuros.
Y, ¿cómo detecto qué es lo que le gusta a los demás si no soy adivina? Muy fácil, solo tienes que preguntar.
Te pongo tres ejemplos para que no pienses mal de mí afirmación:
- Sé que no le gusta a mi compañero que le llamen Juan Luís, entonces pregunto: ¿cómo prefieres que te llame?
- No le gusta nada hablar de su vida privada y es borde cuando le preguntas al respecto, entonces cuestiono: ¿cuáles son tus aficiones o intereses de los que te gusta hablar?
- No soporta que lo corrijan cada vez que expone ante todo el departamento de ventas, entonces pregunto: ¿qué tipo de comentario prefieres?, ¿lo prefieres en privado, por escrito, por mail o que no te comente nada?
Si preguntamos, sabremos la respuesta correcta al respecto y en ese justo momento obtendremos las claves para actuar en consecuencia.
A sabiendas de que ser empáticos es clave para sentirnos bien con nuestro entorno laboral, a continuación te proponemos que hagas este test en el que descubrirás si eres una persona empática o narcisista.
Artículo elaborado en colaboración con Yolanda Fortes de Desorganizadora Corporativa.
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