Sin temor a equivocarnos, podríamos decir que en la última semana has sufrido al menos dos o tres casos de phubbing sin saber que estaban teniendo lugar. Puede que incluso tú misma hayas echado algún vistazo furtivo (o no tanto) al móvil mientras estabas rodeada de gente sin que estuvieses esperando un Whatsapp, una llamada o un mail urgente. Y es que esta tendencia que llegó con el nacimiento de los smartphone, se ha convertido ya en uno de esos hábitos muy difícil de quitarnos de encima. Quién sabe si tendremos que empezar a considerar dejarlo uno de los propósitos imprescindibles para el año nuevo...
Y es que, ¿quién recuerda cómo era el mundo antes de los smartphone?
© Loren
Aunque la Real Academia de la Lengua Española no recoge aún este término, en países como Australia o Estados Unidos comenzó a utilizarse allá por 2007. Nace como una combinación de dos términos anglosajones: phone (teléfono) y snubbing (despreciar), Una conjunción de palabras que, sin duda, resulta bastante explícita para este término que llevamos a la práctica de forma casi inconsciente.
Y es que nuestra dependencia de estos aparatos inteligentes ha hecho que, de forma intuitiva, miremos una y otra vez el móvil cuando estamos rodeados de personas. La mayor parte de las veces ni siquiera estamos esperando recibir un mensaje trascendente pero, sin más explicación, simplemente lo hacemos. ¿Quién no se ha puesto a echarle un vistazo a todas sus redes sociales cuando estaba tomando cañas con sus amigos?
Los expertos dicen que lo hacemos sobre todo cuando estamos sentados en torno a una mesa y es entonces cuando entra en juego la educación y otra de esas tendencias conocidas por todos: FOMO (Fear Of Missing Out). Ese miedo que tenemos a perdernos detalle de algo que esté sucediendo en el mundo, ya sea un acontecimiento mediático o las vacaciones de nuestros compañeros del colegio a los que no vemos desde hace 20 años.
La pregunta que se nos ocurre entonces es: ¿en qué momento comenzó a parecernos más importante estar enganchados a una pantalla que hablar cara a cara con quienes nos acompañan? ¿Cuándo decidimos irnos de vacaciones en pareja y subir más fotos a Instagram que disfrutar de momentos inolvidables juntos?
© Señor y señora Smith
Iniciativas 'antiphubbing'
Como no podía ser de otra forma, esta tendencia ya aglutina a un buen número de detractores y es que diversos estudios demuestran que alrededor del 90% los adolescentes estadounidenses (posiblemente en el resto de países del primer mundo la cifra no será muy diferente) prefiere el contacto vía smartphone que la comunicación cara a cara. Para frenar esta corriente que amenaza con deshumanizar el contacto social, muchas asociaciones han comenzado a practicar lo que se ha llamado 'anti-phubbing'.
De hecho, basta con introducir este término en el buscador para descubrir unas cuantas plataformas que tienen este objetivo. Alguna de ellas incluso recoge firmas contra esta tendencia que se ha extendido con una agilidad sorprendente. Estas webs nos muestran una visión apocalíptica de un mundo en el que las parejas tienen citas pero no hablan y solo miran su teléfono. Nos hablan también de reuniones de trabajo en las que nadie está implicado en el proyecto laboral por estar pendiente de sus conversaciones de WhatsApp. Así, las plataformas anti- phubbing quieren concienciarnos de la importancia de volver a prestar atención a lo realmente importante y volver a recuperar la esencia de la comunicación cara a cara.
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