¿Cuánto tiempo hace que no miras el móvil? ¿Cuándo fue tu última conexión a Facebook o cuál fue el último momento en el que subiste una foto a Instagram? Posiblemente, tus respuestas digan algo como: 'hace un rato', 'esta mañana' o 'ayer por la noche'. Y es que, según varios estudios, pasamos alrededor de seis horas enganchados a las redes sociales... ¡Seis horas!
JOMO nace como una tendencia que nos invita a vivir la vida real, olvidándonos (al menos por un rato) del mundo digital. La idea de esta tendencia nació allá por 2012 de la mano del bloguero Anil Dash como una alternativa al movimiento FOMO (Fear of Missing Out), miedo a perderse algo. Cuando nació su primer hijo, Adil decidió olvidarse de todos los dispositivos digitales que había a su alrededor y centrarse en disfrutar de su pequeño y de esas pequeñas cosas importantes de la vida que a veces se nos olvidan.
Y es que lo que este movimiento promueve es que perderse algo puede ser un placer. De forma innata, los seres humanos manifestamos esa necesidad de estar siempre pendientes de todo cuanto ocurre a nuestro alrededor y nos frustramos cuando algo se escapa a nuestro control. Se trata de una sensación provocada por el miedo a no sentirnos satisfechas con nosotras mismas y con lo que el resto espera de nosotras.
JOMO es, en definitiva, una invitación a disfrutar nuestra vida plenamente y a valorar lo que ocurre dentro y fuera de la red siempre en su justa medida. Es evidente que en el siglo XXI no podemos aislarnos de todo cuando ocurre en el mundo digital pero tampoco podemos olvidar esas maravillosas sensaciones que tienen lugar a este lado de las pantallas.
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