La compra compulsiva es una adicción que se caracteriza por la fuerte necesidad de adquirir objetos y la pérdida de control sobre el impulso que incita a hacerlo. Las personas que padecen este trastorno sienten una satisfacción efímera que se transforma rápidamente en un profundo malestar, con sentimientos de culpabilidad y vergüenza, una vez adquiridos los productos.
Dado que vivimos en una sociedad consumista y materialista, no siempre es fácil reconocer este trastorno, ya que la persona que lo padece con frecuencia explicará que no hay nada de extraño en su comportamiento. Sin embargo, la mayoría de las veces, los compradores compulsivos son conscientes de que tienen un problema y tratarán de ocultarlo al mismo tiempo que desearían poder curarse.
¿Qué hay detrás de las compras compulsivas?
Las causas frecuentes de las compras sin control son la sensación de soledad y vacío, la falta de autoestima o la incapacidad para soportar los problemas. De este modo, el comprador compulsivo trata de llenar el vacío que experimenta, o evadirse de sus problemas, mediante la liberación de endorfinas y dopamina que le proporciona comprar.
La adicción a las compras es siempre la forma de escapar de otras dificultades de la vida, a las que el comprador compulsivo no sabe cómo hacer frente. Se trata de un acto que le genera adrenalina y que, sin embargo, se desvanece inmediatamente después de adquirir el objeto, convirtiéndose en un sentimiento de culpa e insatisfacción que alimenta el círculo vicioso.
¿Cuáles son los síntomas de la compra compulsiva?
Dentro de los signos que indican que existe un problema de adicción a las compras, se encuentran:
- Pasar mucho tiempo pensando en qué se va a comprar, cuándo se hará, cómo…
- Comprar objetos materiales que están por encima de las propias posibilidades económicas y anteponerlo a pagos de facturas y a compras verdaderamente necesarias.
- Sentir ansiedad cuando no se tiene dinero o una tarjeta de crédito.
- Mentir sobre la cantidad que se ha gastado y esconder las bolsas y los recibos.
- Tener un sentimiento de pérdida de control.
- Sentirse avergonzado.
- Prometer una y otra vez que no volverá a comprar por impulsos y no conseguirlo.
- Experimentar euforia al comprar seguido de culpabilidad y arrepentimiento.
- Comprar cuando se siente tristeza, ira o depresión con el fin de obtener satisfacción.
- Acumular objetos sin estrenar.
El resultado de la oniomanía, suele incluir problemas económicos que surgen por la incapacidad para frenar el consumo. Además puede deteriorar las relaciones familiares o de pareja y dar lugar a alteraciones del estado de ánimo y momentos de ansiedad.
Cómo hacer frente a la oniomanía
Algunas herramientas para abordar la adicción a las compras pasan por atender los problemas relacionados con la autoestima y aplicar ciertos métodos para gestionar los gastos de una manera más controlada y racional.
Cómo mejorar mi autoestima:
Establecer pequeñas metas que podamos ir superando, nos ayudará a aumentar la confianza en nosotros mismos y a elevar nuestra autoestima. Conviene ser amables con nosotros mismos y utilizar las herramientas útiles para encontrar el equilibrio: el yoga y la meditación han ayudado a muchas personas a encontrar serenidad, así como a realizar algunos cambios hacia hábitos alimenticios y de sueño saludables. Cultivar las amistades también potenciará nuestro sentimiento de bienestar.
Cómo ahorrar en ropa:
Elaborar un presupuesto y comenzar a distinguir lo necesario de lo inútil es el primer paso para controlar lo que gastamos y para qué. Cuando la persona adicta a las compras no se siente capaz de gestionar el dinero por sí misma, un familiar puede ayudar a administrarlo.
Cómo ordenar mi vida:
Marie Kondo, autora de los libros La magia del orden y La felicidad después del orden, explica cómo debemos aprender a diferenciar entre las cosas que nos hacen felices, y las que son superfluas.La autora propone aplicar su método para organizar la casa de forma que conservemos únicamente lo que nos da felicidad y donemos todo aquello que no necesitamos. De este modo, obtendremos más espacio, orden mental, bienestar y satisfacción.
Pedir ayuda para abordar el problema
Aunque existen recomendaciones para aquellas personas que quieran intentar curar por sí mismas su problema, se trata de un trastorno que anula la propia voluntad y precisa de ayuda profesional. Conviene realizar lo antes posible un diagnóstico del comprador compulsivo, atendiendo a los motivos que le han llevado a la adicción y estableciendo el tratamiento más adecuado a sus características personales. Realizando una terapia cognitivo-conductual con un psicólogo online, podemos comenzar a cambiar nuestra conducta, controlando los impulsos y la ansiedad y recuperando la serenidad necesaria para sentirnos satisfechos con nuestra vida.
Contenido elaborado por TherapyChat, servicio de psicología online.
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