Llegas al trabajo y ves que te has dejado el móvil en casa, ¿sufres una crisis de ansiedad? La tecnología nos rodea. En el mundo hay 2333 millones de personas conectadas continuamente. Cada día tenemos que responder a un montón de correos electrónicos, WhatsApps de todos los grupos de madres, familia y amigas que tenemos, mensajes en Facebook y de Messenger, mientras llevamos los niños al colegio, hacemos la cola de la compra, o nos tomamos un café. Sabemos que tenemos que desconectar para conectarnos con nosotras mismas pero, ¿somos capaces de hacerlo?
En el principio de los tiempos parecía que la tecnología iba a hacernos la vida más fácil. Y realmente lo ha hecho en muchos sentidos. Hay muchas cosas que ahora son más sencillas, más prácticas… Y todo es más rápido y asequible.
En pago de tanta felicidad internauta hemos vendido nuestro alma a la conexión perpetua. Pero ya se empiezan a ver los efectos del llamado síndrome FOMO (Fear Of Missing Out) o lo que es lo mismo, el miedo a perderse algo por no estar conectado, estar sin batería, sin cobertura, o sin wifi.
¿Qué nos pasa cuando nos desconectamos del mundo?
Los síntomas que produce son bien reconocidos por todos:
- Ansiedad si no tienes el móvil cerca.
- Irritación e insuficiencia porque podrías estar optimizando tu tiempo y ahora simplemente estás tomando un café sin hacer nada más.
- Angustia porque, según los perfiles en redes sociales de tus amigos y conocidos, parece que todo el mundo está haciendo cosas divertidas y es feliz menos tú.
Esta situación nos supera, y nos hace infelices.
¿Cómo podemos empezar a conectar con nosotras mismas?
Por ese motivo, y antes de que sea demasiado tarde, tenemos que volver a aprender ciertos modelos de conducta para dejar de estar conectadas con todo el mundo y reconectarnos con nosotras mismas. A estas pautas yo las llamo “bloques de desconexión diarios” y consiste en encontrar espacios dentro del día a día que sean solo para ti o para los tuyos, sin tecnología de por medio.
Puedes, por ejemplo:
- Levantarte un poco más temprano que todos los demás.
- El silencio y la tranquilidad que te rodea mientras todos duermen te ayudarán a centrarte en tus emociones y en lo que va a ser importante para ti hoy. Así empezarás el día enfocada.
- Durante el día céntrate en el trabajo que estés haciendo. Pon un tono de llamada diferente para las personas importantes de tu familia o el colegio de tus hijos, y otro tono para las llamadas generales. Así, si suena, sabrás si debes o no atender esa llamada o puede esperar hasta que tengas tu momento de conexión diario.
- Cuando salgas a desayunar o a tomar un café, pasea, mira el paisaje, tómate el tiempo de respirar y de simplemente sentarte a saborear el café y ver la vida pasar. Eso te descansará la mente.
- Durante las comidas o cenas familiares deja el móvil en silencio. Es importante conectarte con tu familia y volver a mirarse a los ojos.
- Los fines de semana reserva una hora al día para revisar el correo electrónico y los mensajes. Pero luego, lleva el móvil solo encima para llamar o recibir llamadas.
- Para estar conectadas con nosotras mismas debemos centrarnos en nuestros proyectos e ilusiones.
Necesitamos volver a escucharnos y encontrar tiempo para pensar sin ruido e interrupciones, tiempo para levantar la mirada y no ver a través de una pantalla. Desconectarnos del mundo, para pasar un rato de verdad con nosotras mismas. Tú eres tu mejor amiga, empieza hoy mismo a tomarte ese café contigo misma sin nada más que hacer, te aseguro que te gustará.
Y no te pierdas este test en el que descubrirás cuál es tu nivel de autoestima, algo muy ligado con esa falta de atención en nosotras mismas:
Articulo elaborado en colaboración con Roser de Tienda, doctora quiropráctica con especialidad en salud de la mujer y los niños.
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