La terapia: una cuestión de actitud
Iniciar una terapia es un paso importante que hay que dar siendo conscientes del largo camino que habrá que recorrer y de que, a menudo, no es un camino fácil. Exige, además, una actitud mental abierta, que nos permita definir un objetivo así como la capacidad de curación que la terapia implica. Antes de empezar, debes estar segura de la determinación que has tomado, de tu madurez, implicación, motivación y de la sinceridad que deberás demostrar durante el tratamiento para sacarle el máximo partido.
Elegir un terapeuta
Es difícil dar a la primera con el terapeuta más adecuado. Para que la terapia se desarrolle lo mejor posible hay que confiar en el interlocutor, como si de un confidente se tratara. Por eso no debemos dudar en preguntarle todo lo que creamos necesario en la primera visita: ¿en qué consistirá la terapia?, ¿qué formación/estudios/cursos ha realizado?, ¿cuánto durará la terapia y cuánto costará?, ¿su diploma está reconocido a nivel estatal? Cuantas más preguntas le formules mejor, así conocerás en más profundidad a la persona que va a tratarte. A veces son necesarias entre 2 o 3 entrevistas con diferentes terapeutas para encontrar a uno bueno.
¿Hombre o mujer? Una vez más, la confianza es lo que prima. Pregúntate si te sentirás más cómoda sincerándote con un hombre o una mujer.
Recuerda que sólo el psiquiatra puede prescribir medicamentos y siempre en el contexto de un tratamiento químico.
Elegir la terapia adecuada
Sin entrar en detalles, a continuación te presentamos los cuatro grandes tipos de terapia:
-La TCC (terapia comportamental y cognitiva) permite superar con rapidez los males provocados por las costumbres poco adecuadas, los condicionamientos nocivos (angustias, problemas alimentarios, dificultades sexuales, adicciones, etc.). El objetivo consiste en «corregir» estos malos mecanismos cognitivos mediante un programa gradual, que el terapeuta trabajará etapa a etapa, para conseguir el propósito preciso que se describirá al inicio de la terapia. Calcula entre 1-2 sesiones a la semana y entre 3 meses y 1 año. La tarifa va de 30 a 130 €.
-El psicoanálisis se centra en el origen de los males, como los traumatismos vividos durante la infancia que influyen inconscientemente en el comportamiento, para tratar esa parte escondida del psiquismo, el inconsciente, y liberar al paciente de unas emociones a veces demasiado exageradas y virulentas que le impiden seguir por un camino sereno. El terapeuta deja que el paciente hable, sin influenciarlo ni juzgarlo. La terapia es larga y difícil, pero garantiza una recuperación duradera y el bienestar psíquico. Calcula entre 1-3 sesiones a la semana durante varios años. La tarifa va de los 40 a los 120 €.
-La terapia familiar, como su nombre indica, afecta a un grupo. El terapeuta trabaja con los miembros de una familia o una pareja y es importante que todos ellos estén decididos a cambiar para que la terapia sea efectiva. A medida que van pasando las sesiones, el diálogo permitirá que los pacientes tomen conciencia de los sentimientos de los demás y se den cuenta de la repercusión que tiene la historia de un individuo sobre su comportamiento en un grupo. Calcula varias sesiones (una por mes aproximadamente) durante algunos años. La tarifa va de los 70 a los 120 €.
-La arteterapia se basa en el desarrollo personal del individuo. Se practica sobre todo en instituciones (hospitales) para desarrollar la creatividad del paciente y ayudarlo a que se conozca mejor. Hay muchas actividades que permiten llegar a la plenitud psíquica y que repercuten en el día a día: pintura, escultura, danza, música, teatro, etc. La tarifa va de los 20 a lo 80 €.
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