Cuando pensamos en los países del norte de Europa, tendemos a imaginarnos a personas frías, poco amigas del contacto, solitarias... Sin embargo, hace ya algunos años que países como Suecia, Finlandia o Dinamarca están en lo más alto de todos los rankings que hablan de felicidad y bienestar. ¿A qué crees que se debe este estado anímico? La palabra es Hygge (pronunciada hu- ga), algo que podríamos traducir como "lo acogedor" pero cuyo significado va mucho más allá.
No cabe duda de que la definición de la felicidad varía en función de la persona y sus circunstancias. Por eso, no es de extrañar que en el norte de Europa la máxima expresión de la felicidad se relacione con estar en casa, cubrirse con una mantita, ver la televisión durante horas, disfrutar de algún dulce, una bebida caliente y, por supuesto, de una charla con la mejor compañía. Hygge tiene que ver con el calor de la chimenea y los calcetines polares capaces de abrigar cualquier invierno. Hygge es deparar en que para ser feliz no nos hacen falta muchas cosas.
¿De dónde procede esta palabra?
Nada más y nada menos que en el siglo XIX se empezó a tener conocimiento de este término de origen noruego (la palabra precedente se traduce como "bienestar") que aparecía ya en algunos escritos de la época. Con el paso de los años, este vocablo evolucionó e incluso se creó un adjetivo hyggeligt que es la palabra de agradecimiento que los invitados dedican a sus anfitriones después de una agradable velada en casa.
Y no solo la palabra ha evolucionado dentro de la cultura danesa, sino que actualmente el hygge es un concepto que se intenta exportar a otros países con más o menos éxito. Esa forma de sentirse a gusto, feliz consigo misma, darse el capricho de disfrutar de un dulce y disfrutar del calor del hogar mientras fuera nieva, llueve o hay un día gris, empieza a tomar forma en algunos restaurantes de otros países europeos. ¿Cómo? Con chimeneas que irradian temperatura de hogar, unos dulces caseros elaborados con mimo y muebles confortables que simulan los sillones de nuestra casa.
Con todo ello, ahora que ya sabemos de qué se trata esta tendencia, ¿crees que podríamos aplicarla a las noches de invierno que se avecinan? Preparar una cena rica, reunir a unos cuantos amigos, comprarnos pijamas y calcetines con borreguito y decidir entre alguna de las pelis que te proponemos a continuación... ¡Planazo!
Y además:
10 momentos que hacen que nos sintamos increíblemente fuertes
15 cosas que hacemos las mujeres solteras cuando estamos solas
LETTER