Cada vez que alguien hace alguna crítica y te molesta es porque tú se lo permites. Las palabras son de quién las dice. Probablemente, en ocasiones te habrás sentido impotente o te habrás quedado con las ganas de responder a esos comentarios inadecuados y por “educación”, por no buscar conflicto o cualquier otra razón; no has intervenido y has acabado cediendo y aceptando. Eso sí, por tu cuerpo se encendía esa llama o bola de fuego que te hacía estar de mal humor durante las siguientes horas.
Te entendemos perfectamente y sabemos que muchos de esos comentarios inoportunos vienen de la mano de la falta de respeto, la intolerancia y las ganas de conflicto. Por eso, antes de descubrir esos 4 pasos para frenar este tipo de comentarios y que no nos afecten, te proponemos que leas estas frases que nos recuerdan que el respeto es lo más importante.
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1º) Hay que informar. Tienes que hacerle saber a tu interlocutor que lo que dice está fuera de lugar. “¿Te das cuenta que ese comentario es hiriente?”, o quizá un “No te he preguntados sobre esa cuestión”. Se ha de ser firme y mantener la calma, en caso de que la persona continúe en esa conducta se pasa al paso dos.
2º) Se realiza una petición. “Por favor, deja de hablarme de esta forma”, “Solo te he pedido una opinión constructiva” o “Estas cuestiones no son de tu incumbencia”. Si se da el caso que la persona no cesa y sigue en el empeño de molestar, debes realizar el paso tres.
3º) Exige e insiste con consistencia. “Te insisto en que ceses con esta actitud”, “Te exijo que dejes de molestarme con tus comentarios”. Normalmente, este paso es muy efectivo y suelen reaccionar porque la persona evidencia como no va a hacerte perder los papeles. Aún así, si se diera el caso que su actitud continúa, deberás pasar al punto cuatro.
4º) Avisa, da media vuelta y vete. Sin perder tu templanza, informa que tras los avisos que le has regalado, él o ella no ha cambiado ni ha rectificado, por lo tanto, te vas. “No quiero continuar con esta discusión, así que me voy” .
La clave del éxito de estos 4 pasos es mantener un tono de voz neutro y mantener la calma. Quizá te convenga practicar antes. Dilo de la misma manera que dirías “El agua es incolora”. De este modo podrás decirle lo que quieras a la otra persona y establecerás unos límites firmes.
Comienza a pedirle a los demás cómo deseas que te traten. Sé congruente y ofrece lo mismo que pides. Para terminar, una pequeña reflexión: “Lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de Pedro”
Artículo realizado en colaboración con Vanessa Vicente Rivera, coach personal y profesional (@vane_vicente)
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