Aspectos nutritivos
Se trata de una verdura muy diurética y llena de minerales como el calcio y el potasio. Contribuye a la resistencia del organismo y nos da fuerza a lo largo del año.
La elección
Si la compras cruda, elígela con muchas hojas, bien vivas y, sobre todo, verdes. Si en cambio la coges cocida (al vacío o no), fíjate en que no lleve manchas ni moho. En cuanto a las variedades, la crapaudina es rugosa, con la piel estriada y muy dulce. Es la que normalmente se vende en el mercado. No obstante, la más conocida sigue siendo la globo o la globo negra y redonda, una variedad más redondeada y mucho más roja. Es la que normalmente se compra envasada.
La conservación
Cruda es mejor guardarla en la nevera para que no se reblandezca. Ahora bien, durará más tiempo si la mantienes protegida de la luz y cubierta con un poco de tierra. De este modo aguanta hasta un mes sin estropearse. Cocida guárdala también en la nevera, pero durante tres días como máximo.
La cocción
Al microondas
Pon la remolacha en un plato hondo con un poco de agua. Cúbrelo y programa el microondas durante 10 minutos y a la máxima potencia.
En la olla
Tras limpiar la remolacha, introdúcela en la bandeja de vapor de la olla. Cuando esté cocida, pélala con los dedos. La piel se retirará sola.
Al horno
Hazla entera en una bandeja con papel sulfurizado o cortada como en papillote y envuelta en papel de aluminio. Calcula una cocción de 1 hora aproximadamente a 180 °C (termostato 6).
Hervida
Muy fácil. Introduce la remolacha en una olla grande con agua y déjala cocer durante 1 hora.
La preparación
>Cruda: cómela rallada o córtala en rodajas y fríelas. El resultado: patatas de remolacha.
>Cocida: es ideal para las ensaladas. Sólo tienes que cortarla en dados o finas láminas y consumirla en una ensalada de milamores o al natural con una vinagreta.
Recetas
La remolacha es muy exigente, es la reina de las verduras y deja rastro allí por donde pasa: sólo hay que añadir un trocito al agua de las patatas para darles color. Sola prepárala en caldo, mousse o crema caliente o fría. Para ensalzarla utiliza todas las hierbas frescas que quieras. ¿Sus mejores aliados? Las manzanas, las nueces, el apio, las naranjas, las patatas e incluso los arenques. Queda especialmente rica con los carpaccios o fundida en una crema con yogur y limón.
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