Este tipo de certificado se ha convertido en una necesidad y un requisito demandado por diversas instituciones académicas, tanto nacionales como internacionales, y por la gran mayoría de las empresas, especialmente medianas y grandes. Además, acreditar el dominio del inglés o de cualquier segundo idioma, suele marcar la diferencia entre continuar en la siguiente fase del proceso de selección o quedarse fuera.
Puedes pensar que de momento no tienes que preocuparte por la formación en idiomas de tus hijos pero está demostrado que los niños adquieren un segundo idioma de manera mucho más natural a edades tempranas que un adulto. Esto se debe, simplemente, a que cuando nos hacemos mayores ya hemos interiorizado nuestro idioma de forma plena. Por tanto, es muy importante planificar con tiempo la educación internacional de los más pequeños. El inglés será su gran aliado en su vida profesional y tu implicación directa es fundamental para el progreso de un rendimiento escolar óptimo.
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¿Qué tipo de exámenes oficiales hay?
- Entre los exámenes más conocidos se encuentran los de Cambridge English Language Assessment y están reconocidos por colegios, universidades y empresas públicas y privadas de todo el mundo angloparlante. Una vez superado un examen de Cambridge English se obtiene un certificado de reconocimiento internacional que demuestra el nivel de inglés alcanzado.
- Los exámenes Young Learners están dirigidos a niños de entre 7 y 12 años y son una introducción idónea a los exámenes oficiales de lengua inglesa. Están pensados para mejorar y reforzar el aprendizaje del idioma, utilizando contenidos adaptados a las necesidades de los niños. Este examen no se aprueba ni se suspende y se consigue un máximo de cinco escudos para cada parte del examen.
- Flyers es el examen de nivel más alto del bloque Young Learners (YLE) y demostrará que tu hijo puede entender el inglés sencillo del día a día y puede comunicarse en un inglés básico. Este nivel de certificación ya corresponde al A2 del Marco común europeo de referencia.
Educando en valores y con una metodología participativa y divertida, los exámenes suponen una motivación para potenciar el interés de los más pequeños y superarse cada día. Además, ellos ponen en práctica una serie de habilidades que no están directamente relacionadas con el idioma, pero que fomenten aptitudes muy valiosas: gestión ordenada del tiempo, pensamiento crítico, organización de ideas, lectura rápida o redacción de textos de todo tipo: opiniones, ensayos, cartas y emails formales e informales.
Todas estas habilidades son de gran utilidad en el ámbito laboral. Según vayan avanzando de nivel, podrán tener acceso a los exámenes de Cambridge más altos como Preliminary (PET), First (FCE), Advanced (CAE) o Proficiency (CPE). Los niveles que evalúa cada uno son B1, B2 y C1, respectivamente.
Para poder lograr que nuestros hijos tengan un buen nivel de idiomas y que además puedan acreditarlo con grandes garantías existen diversas fórmulas que podemos combinar a lo largo de los años desde edades muy tempranas. Campamentos de verano urbanos o campamentos de deportes con idioma o especializado en tecnología en Estados Unidos o Reino Unido, pasando por cursos de liderazgo y programas internacionales en universidades hasta un año escolar en el extranjero.
En definitiva, este tipo de exámenes son el perfecto compañero de viaje que permite medir e identificar áreas de mejora y con la que los niños se sienten involucrados en un desafío lingüístico e intelectual permanente.
Artículo elaborado en colaboración con Ana Pedrero, Directora de Año Escolar de ASTEX.
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