Mucha es la oferta habitual pero muy poca la utilidad curricular y menos aún la tecnológica. A los tradicionales cursos de inglés y a los habituales campus deportivos, se han sumado en los últimos años los campamentos tecnológicos. Robótica, diseño de videojuegos, creación de páginas web o impresión en 3D son algunas de las nuevas temáticas con las que ocupar las horas de ocio de los más pequeños durante las vacaciones estivales.
En la actualidad, y a diferencia de lo que ocurría hace años, es habitual encontrarse con niños que ya tienen un nivel de idiomas avanzado desde una edad muy temprana. Con lo cual no necesitan un curso de idiomas al uso sino practicar y aprender nuevas destrezas y materias a través del inglés. Por ejemplo, la revolución de las apps ha impactado en el día a día de todos y, por tanto, también en el de las empresas. No hay duda de que el mundo de las nuevas tecnologías es el futuro y, ¿por qué comenzar a preparar un buen currículum para su futuro profesional?
Las nuevas generaciones cuentan con un conocimiento prácticamente innato de las nuevas tecnologías. Con rapidez y sin apenas esfuerzo, los niños aprenden el manejo de smartphones, Tablets y otros dispositivos electrónicos. Es probable nuestros hijos tomen la decisión de encaminar su carrera profesional hacia la informática, el marketing digital, la programación o el Big Data, que se ha convertido en la profesión con más demanda y proyección internacional del mercado laboral. Big Data significa grandes datos, y representa el enorme volumen de información que generamos cada día a través de la tecnología.
Se trata de nuevas realidades profesionales con una gran demanda y, de momento, una oferta escasa ya que, entre otros inconvenientes, todavía no existen planes de formación especializados dada la gran novedad que representan. Entre los profesionales que están naciendo o nacerán bajo el paraguas del Big Data, se encuentran: científico de los datos, arquitecto de la información o periodista de datos. Por ello, en un mundo globalizado y de constante transformación, es de vital importancia aprovechar la facilidad en el uso de las tecnologías de los niños para especializarse. Y qué mejor momento para hacerlo que en las edades en las que el aprendizaje resulta más sencillo y el alumno puede dedicar todo su tiempo y energía a su preparación.
Muchos de estos cursos de especialización en áreas de tecnología previos a la formación universitaria se desarrollan en universidades de prestigio en Estados Unidos o en internados en Inglaterra durante los meses de verano. Desde los 10 años y hasta los 17, los niños pueden cursan estos programas. Los cursos se dirigen a todos los niveles e incluyen actividades deportivas y de ocio organizadas por el centro. Además, los alumnos españoles conviven con nativos e internacionales, lo que les proporciona una oportunidad única de aprender a hablar y a desenvolverse en el idioma. Utilizar el inglés para aprender sobre programación, desarrollo de aplicaciones, robótica, etc no sólo es una buena forma de aprender el idioma sino también de sumar otro tipo de conocimiento y hacer que el CV de los más pequeños de la casa comience a diferenciarles. Lo mejor del verano es el tiempo libre del que disponemos para viajar, disfrutar y aprender. ¡Hay que aprovecharlo!
Contenido elaborado en colaboración con Verónica González, Directora del Departamento de Programas de Idiomas de ASTEX.
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